Hay cinco etapas del duelo, y a ese punto, Lindsay había pasado por cada una de ellas, desde la negación, creyendo que aquellos artefactos tuvieron un error al electrocutar a su amigo, hasta la aceptación donde concluía que era algo normal, pero que de todos modos no dejaba de resultarle particularmente doloroso.
—¿Quizá estoy siendo exagerada? No estoy segura, además con todo lo que le hicieron decir aquella noche, quizá enfocarme en eso es una tontería... —Lindsay soltó un suspiro luego de media hora de simplemente hablar del tema, yéndose constantemente por las ramas y bastante sorprendida de que su acompañante no se hubiera ido a los cinco minutos.— ¿Soy una mala amiga? ¿O soy una mala competidora por no enojarme lo suficiente?
—Yo en tu lugar le hubiera mínimamente llenado la cabeza de hormigas, no eres mala. —Habían hablado, varias veces, y con ese último comentario Lindsay terminó de concluir que si quería un consejo convencional, Chris era una pésima opción.— Se donde hay un hormiguero, si la idea te hace sentido...
—No, pero gracias por la oferta. —Suspiró, clavando la mirada en el cielo nocturno. Con el otro equipo fuera, aquel día no tuvo desafíos, pero había sido cuanto menos incómodo; por ello el interno pareció apiadarse e intentar animarla de algún modo con comida que le robó a su jefe.— Normalmente hablaría de esto con Heather, pero no estoy segura, creo que quiero hablar esto con él directamente...
—Bueno, supongo que el consejo más convencional es que deberían hablarlo, si... —Supuso que sería el fin de la charla al no verla dispuesta a hablar más al respecto.— No es complicado encontrarme, así que si llegas a querer la opción de las hormigas...
—¿Y tú cómo estás? —El cambio de tema le tomó con la guardia baja, mirándola con una expresión confundida.— Leí un libro que decía que en las conversaciones uno debe preguntar también por la otra persona para no acaparar la conversación, estoy trabajando en ello.
—Pues, fuera de las tres veces que nos persiguieron los osos y la vez que me caí del techo, pues creo que estoy bien. —Honestamente, no recordaba la última vez que alguien que no fuera su madre le preguntaba algo así.
—Realmente tienen un trabajo muy complicado...
—Bueno, si, pero valdrá la pena al final cuando pueda tener mi propio programa. —O al menos eso era lo que esperaba, pero intentaba mantenerse lo más positivo posible al respecto.— Va a ser mucho mejor que este y voy a ser incluso más famoso que Hatchet.
—¿Y va a ser menos cruel que este? —No obtuvo respuesta, terminando simplemente por soltar una risa mientras asentía.— Recuerdame no inscribirme, por favor.
Al menos esos momentos ayudaban para distraerse.
Por un lado mucho más afortunado, los Bagres Asesinos pudieron relajarse completamente con el premio que habían ganado, olvidando por todo un día lo horrores de la competencia.
No obstante, ya en la mañana al estar volviendo en el mismo barco que los trajo, la tensión volvió a generarse, específicamente en cierto grupo, que estaba adaptándose a los grandes cambios que la misma competencia les obligaba a tener.
—¿Así que decidiste incluirlo sin siquiera decirme? —Courtney se mantenía cruzada de brazos, con una mirada particularmente fastidiada. No odiaba a Duncan, al contrario, era obvio que le gustaba lo suficiente para fastidiarlo cada vez que tenían la oportunidad, no obstante la idea de unirlo a aquella alianza no le convencía ni un poco.— Este sujeto lo peor que hizo en su vida fue reprobar una clase, pecas, no nos servirá de nada.
—Nunca reprobé una clase, de hecho. —Duncan respondió con una sonrisa que rápidamente se borró cuando notó la expresión ajena juzgandole, dándose cuenta que no era el momento.
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¡Drama Total! (Clichés Opuestos AU)
FanfictionEn un área no especificada en Muskoka, Ontario, veintidós jóvenes acababan de llegar en lo que probablemente para varios, se transformaría en una de las épocas más inolvidables de sus vidas. Claro que, inolvidable no es siempre sinónimo de algo pos...