Si bien, Cody estaba preocupado desde que notó la desaparición de su diario, ya con el pasar del tiempo y tras el incidente con Gwen, el tema apenas lo dejaba dormir, pues definitivamente alguien lo tenía en sus manos.
Tenía cosas ahí, desde incluso antes de entrar en aquel juego, y la sola idea de que alguien tuviera acceso tan fácil a su vida personal le estaba enfermando.
Especialmente por cierto escrito que podría poner a los demás en su contra.
Sentado solo sobre el césped, se sentía como hace unos meses, solo y sin tener idea de cómo actuar o tomar el control de su propia vida. Se suponía que quería demostrar que podía lograr algo, ¿Pero realmente podía?
Por su parte, Beth tenía pensado inicialmente devolver el diario luego de un rato, sin embargo, resultaba tan divertido leerlo y burlarse de las palabras adversas en el proceso, que no pudo aguantar la tentación de quedarse con este más tiempo.
Además, con la misteriosa carta que alborotó las cosas, no había tenido la oportunidad de usar ninguno de esos interesantes secretos en contra del chico, y realmente sería una pena desperdiciar esa mina de oro.
Detestaba la distribución que había en los equipos, especialmente cuando pasaba tiempo con Harold, quien parecía tan impresionado por sus cuestionables actos que le hacía pensar lo divertido que hubiera sido estar con él para formar una alianza.
—¿En verdad Cody hizo eso? Bueno, podría ser un motivo para sacarlo. —Tras el más reciente descubrimiento, Harold estaba más impresionado de lo que hubiese esperado, y de algún modo, quería guardar ese conocimiento para él en un futuro.— No deberías decirle al resto, no aún, ¿Y si intentas chantajearlo a cambio de tu silencio?
—Lo se, voy a aprovechar de que ahora es mucho más fácil encontrarlo solo. —Se rió de solo imaginar la cara de pánico en el rostro de Cody.— Lo voy a tener a mis órdenes.
La sonrisa de Harold de amplió al escuchar eso, aunque su motivación era genuina, estaba lejos de ser la que mujer querría.
— Ah, eres tan lista. —Volvió a halagarla, como hacía regularmente en esas reuniones. No culpaba a Beth porque le gustarán tanto los elogios, el podía pecar de lo mismo, pero era divertido que pareciera dejar toda sospecha de lado por algo así de banal.— Deberías aprovechar durante el desafío, no le dejaras tiempo para pensar y accederá sin dudarlo.
—Dalo por hecho. —Sonrió, aún más confiada en aquel plan, sin siquiera considerar el riesgo de este mismo.— Luego de eso, todo será pan comido.
***
—Harold está súper enamorado de mi, no lo culpo. —Para Beth, era la explicación lógica de todo y la que mejor le hacía sentirse.— Y si, bueno, es muy lindo, pero estoy con Brady... Ah, los hombres y su manía de desear lo que no pueden tener.
***
—Beth, bueno... —Harold se limó las uñas, observandolas unos segundos antes de seguir hablando.—Es una niña que cree que puede gobernar con el miedo a los demás, como lo hacía en su escuelita. Definitivamente su fecha de partida está a la vuelta de la esquina, hay que aprovecharla mientras siga aquí.
Sabía que podría alargar su vida útil si buscaba un plan, pero honestamente no le agradaba lo suficiente para ello.
***
A diferencia de otras ocasiones donde usaban los altavoces para convocarlos, está vez, el presentador hizo una entrada a la que nadie quedó indiferente, llegando en un helicóptero, y bajando de este con un salto, cayendo con un paracaídas.
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¡Drama Total! (Clichés Opuestos AU)
FanfictionEn un área no especificada en Muskoka, Ontario, veintidós jóvenes acababan de llegar en lo que probablemente para varios, se transformaría en una de las épocas más inolvidables de sus vidas. Claro que, inolvidable no es siempre sinónimo de algo pos...