[🌺] ¡Sakura es un Chico! ━━━ Naruto BL

20

Sakura se sentía afortunado; Kakashi le había concedido su último día libre antes de los exámenes para que descansara cómodamente. Finalmente, se liberó de las pesadas pesas que solían cargar en su cuerpo y se sintió increíblemente ligero y liberado al moverse con facilidad.

Aprovechando ese día libre, Sakura decidió visitar una florería con la intención de llevarle un presente a Lee, a quien no había visto en todo un mes. Al llegar, escuchó la voz de Ino tras el mostrador.

—Vaya, ¿quién es la afortunada? —inquirió Ino, apagando el buen humor de Sakura—. ¿O eres tan patético que te compras flores a ti mismo?

—Wow, tus chillidos de cerda realmente me dan migraña —bufó Sakura mientras tomaba un narciso—. Mejor cierra la boca y haz tu trabajo.

Con la flor en mano, Sakura se acercó al mostrador, donde Ino le cobró por el regalo.

—¿Irás a visitar a tu novio al hospital? —se burló Ino mientras recibía el dinero.

—¿Te refieres a Sasuke? —la sonrisa de Sakura creció al ver la mala cara de Ino—. Sí, le haré una visita.

—¡No molestes! —aun con su arrebato, Ino trataba delicadamente el narciso en sus manos—. Sé que Sasuke no está en el hospital, ¿acaso no te preocupa?

Sakura recibió en silencio la flor, sus ojos verdes sin expresar nada.

—Nos vemos, Ino-Puerca —fue lo único que dijo Sakura, dando la espalda a la rubia y despidiéndose con un gesto de la mano.

—¡Eres un tarado! —escuchó el grito de Ino, arrancándole una risa nasal.

Si debía responder a la pregunta de Ino, sí, se preocupaba por Sasuke, pero sabía que obsesionarse no serviría de nada. Si Sasuke estuviera lo suficientemente quebrado para buscar ayuda o aceptarla, Sakura estaría ahí para tenderle una mano.

Al llegar al hospital, se acercó a la recepción para obtener información sobre Rock Lee. Una vez indicaron la habitación, sin demora, se encaminó hacia allí.

Cuando entró en la habitación, Lee dormía plácidamente. Quiso evitar molestarlo, así que con el mayor sigilo, colocó la flor en una pequeña mesita junto a la cama, justo donde los rayos de sol impactaban.

Aunque deseaba hablar con él, Sakura se retiró con cautela, pensando en dar una vuelta y regresar más tarde. La intención era estar presente si Lee despertaba, brindarle compañía y compartir algunas palabras.

Pero a mitad de camino, mientras se alejaba, sus orbes captaron a Shikamaru junto a Naruto en una de las habitaciones, donde este último descansaba profundamente. Un nudo se formó en su garganta al observar la escena, sus pensamientos tejiendo una red de emociones complejas, al ver a su compañero de equipo en una habitación de hospital.

—¿Qué demonios...? —pronunció Sakura con confusión mientras se adentraba en la habitación.

Sus palabras captaron la atención de Shikamaru, quien se encontraba absorto en su partida de Shōgi en solitario.

—Y yo que creía que ustedes eran unos desalmados por no visitar a Naruto —comentó Shikamaru, con su atención posada en el Haruno—. Desde las preliminares que no veo tu apestoso rostro, ¿Estabas escondido bajo la tierra o qué?

—Sí, a mí también me da gusto verte —suspiró Sakura, tomando asiento en el otro lado disponible—. ¿Qué le sucedió a Naruto?

—¿Acaso no sabes? —levantó una ceja Shikamaru.

—Si estoy preguntando es porque no lo sé —dijo con obviedad Sakura—. No lo veo desde hace casi un mes, sé que estaba entrenando con un tal Ebisu.