Eres un caso perdido

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Martín se apartó de Any inmediatamente, y lo siguiente qué pasó fue tan extraño para él; siempre le había gustado la música, a lo largo de su vida había admirado a muchas bandas, más de una vez pensó en correr hacia algún músico o cantante para pedirle una foto o autógrafo, pero nunca esperó que ocurriera al revés, que un músico corriera hacia él y mucho menos para darle un derechazo en la cara.

—¡Adam! —gritó Any al ver el golpe que le dio a Martín, quien a su vez trastabilló y de no ser por la barandilla de la escalera hubiera caído.

Pero el chico de inmediato se incorporó y respondió de igual manera siendo también muy certero.

—¡No! —de nuevo gritó Any por el golpe que esta vez había recibido Adam.

El bajista estaba dispuesto a continuar, pero en ese momento Elliot lo sujetó fuertemente. Martín trató de atacarlo de nuevo, pero Pablo lo evitó sujetándolo también.

—Tranquilo, amigo —le dijo Pablo al extraño, al ver que quiso irse sobre Adam a pesar de que ya Elliot lo estaba deteniendo.

—¡Suéltame! —respondió Martín logrando zafarse.

—¡Váyanse de aquí los dos! ¡Váyanse todos! —pidió Any y rápido entró a su apartamento.

Martín miró a los tres hombres y supo que no le quedaba más remedio que irse. Adam, aun furioso y con la respiración acelerada, no despegó la vista de él hasta que su auto desapareció a lo lejos. Después intentó ir a la puerta de Any, pero Pablo lo detuvo.

—¿Qué estás haciendo?

—Va a decirme que está pasando con ese imbécil. —Era evidente la ira de Adam.

—Déjala en paz. Está embarazada, no puedes estar discutiendo con ella.

—Tiene que decirme si tiene algo con él.

—¡Adam, basta! Deja de actuar como un niño. No están juntos, no te debe una explicación. Si ella te olvidó, supéralo.

Adam observó a su amigo por unos segundos más y después bajó la mirada. No podía ser cierto que Any tuviera a alguien más. No podía ser cierto que ya no lo amara. Se sentó en uno de los escalones y permaneció mirando al vacío. No iba a soportar haberla perdido.

—Vámonos —insistió Pablo.

Entre sus dos amigos levantaron a Adam e hicieron que caminara hasta el coche. Pablo arrancó el auto y se fueron.

Any caminaba de un lado a otro, estaba nerviosa porque tenía que hablar con Adam sobre el embarazo y seguramente iba a ser mucho más complicado por lo que había pasado la noche anterior. Pensó en esperar más, pero no podía. Había decidido decírselo ese día, era injusto seguir ocultándoselo. Además, su estado cada día era más evidente.

Sin embargo, no vio a Adam en todo el día. No se lo topó a la hora del almuerzo, ni cuando salió al baño, ni cuando fue por un café. No había rastro de Adam.

Le envió un mensaje a Dayan para preguntar si el chico estaba con ella y su amiga respondió que sí, habían estado ocupados en el estudio todo el día. Tendría que ir a buscarlo.

Al final del día Any le pidió a Lucy que la esperara un momento; en ocasiones Lucas pasaba por su novia y dejaban a Any en su apartamento. Subió al estudio, pero Elliot le dijo que Adam se acababa de ir. Ella bajó rápido para tratar de alcanzarlo. Salió de Star y pudo ver que Adam terminaba de subir la escalera. El chico volvía al edificio ya que había olvidado algo.

Any se detuvo cuando sus miradas se encontraron, pero Adam continuó caminando.

—Adam —lo llamó al ver que siguió de largo—. ¡Adam! —insistió ya que el chico la ignoró.

Canción De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora