Any sintió escalofríos por todo el cuerpo. Creyó que el corazón se le saldría del pecho. No podía creer que él la besara. Se preguntó si estaba soñando, pero se sentía tan real.
El beso duró solo un momento, sin embargo, para ella fue mágico.
Cuando Adam se apartó, la miró por un momento, y lo que hizo a continuación dejó aún más confundida a Any. El chico bajó la escalera deprisa, subió al auto y se fue sin decir nada.
Any pasó de estar feliz a soltar un par de lágrimas. No sabía que había pasado, tenía sentimientos encontrados.
En ese momento Lucy abrió la puerta.
—¿Any? —La notó angustiada, con la respiración acelerada y algunas lágrimas bajaban por sus mejillas—. Amiga, ¿qué pasó? Entra. —La tomó del brazo y ambas entraron al apartamento—. Dime que pasa. ¿Fue Adam?
—¿Qué pasa? —Brenda apareció en la sala.
—No lo sé. No me ha dicho nada, pero creo que es por Adam.
—¿Any? ¿Ese tipo te hizo algo? ¿Se quiso pasar de listo contigo? —preguntó Brenda.
—Me besó —dijo casi en un susurro y con la mirada perdida.
Las dos chicas intercambiaron miradas.
—Pero ¿tú no querías? ¿No dijiste que te gustaba? —habló Lucy.
—Dime que te hizo ese imbécil y yo misma iré a partirle la cara. No me importa que sea un maldito músico.
Any por fin volvió en sí y miró a sus amigas.
—Me besó hace un momento, en la puerta, pero se fue sin decir nada. Subió al auto y se fue.
—¿Qué? —preguntó Lucy, incrédula.
—Tal vez se arrepintió. Tal vez no era lo que esperaba. No le gustó —dijo Any de forma triste.
—Bueno, debe tener una explicación —continuó Lucy.
—¿No estás oyendo que solo se largó?
—Mejor me voy a mi recamara —dijo Any.
—Tal vez mañana te dé una explicación.
—La verdad no sé si quiero hablar con él, Lucy.
Any subió a su recamara a dormir, pero eso fue lo último que pudo hacer.
Con todo lo que había pasado con Adam, la forma en que él la miraba, como se comportaba con ella, la pulsera que le regaló y sobre todo por las palabras de Elliot, creía que él sentía algo por ella también, pero tal parecía que no.
Tal vez descubrió lo que ella sentía y por eso se sintió obligado a besarla. Pero al no querer besarla en realidad, lo mejor que se le ocurrió fue irse. Eso y muchas cosas más estuvieron dando vueltas en la mente de Any gran parte de la noche. Hasta que por fin se durmió.
Al siguiente día era domingo, por lo que haber dormido tarde la noche o, mejor dicho, la madrugada anterior, no le afectó tanto, ya que pudo levantarse tarde. En el fondo ella esperaba que Adam apareciera en la puerta de su apartamento con alguna explicación de lo que había sucedido o que al menos la llamara, pero nada de eso pasó. Any comenzó a sentirse, además de todo, ofendida y molesta por lo que Adam había hecho. También un poco avergonzada. ¿Cómo iba a verlo al siguiente día? Aunque él era quien debería sentir vergüenza, no ella. No sabía que iba a hacer.
Y mientras Any se encontraba con esa incertidumbre, en casa de Dayan un medio ebrio Adam se lamentaba con sus amigos por lo que había hecho.
—¿Pero que me pasa? —se preguntaba con desesperación—. ¿Por qué me fui? Ella no merecía que la dejara así.
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Canción De Amor
RomancePara Any lo primordial es conseguir un empleo y terminar la universidad, ni siquiera tiene tiempo para pensar en el amor. Sin embargo, en el intento por cumplir sus objetivos terminará conociendo a la banda de rock favorita de sus amigas. Y uno de e...