Historia Peculiar

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Aquel interminable verano por fin llegó a su fin, y aunque aún no hacía el frío que tanto anhelábamos, podría decirse que se estaba a gusto y se podía dormir por las noches sin falta del aire acondicionado.

Septiembre también se aplicaba a la rutina, es decir, que las niñas y mi mujer volvieran al colegio... Angie tenía ganas de trabajar, ella decía que tantas horas en casa sin saber que hacer, se le hacía eterno, en cambio mis hijas no llevaban muy bien la vuelta al cole...

En el colegio las niñas comenzaron sus clases como cualquier otro año, con la diferencia de que un nuevo alumno llegaría a la clase de las mayores.

Noah Bloyd, hijo de Yolanda, el cuál obligó a cambiarse de centro. Era el típico malote de la clase, que siempre está haciendo el payaso.

 Era el típico malote de la clase, que siempre está haciendo el payaso

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―Hola Sarita... ―dijo Noah con tono vacilón.

―¿No tienes a nadie mejor que molestar? (Respondió con sarcasmo)

―Cuando alguien saluda, se debe responder.

―Se debe, tú lo has dicho. Venga hasta luego, Noah, estoy ocupada.

―Así que llamas ocupada, a dibujar en la libreta de economía. (Afirmó)

―No me apetece discutir contigo, déjame. (Enunció molesta)

―¿Y a quién voy a molestar ahora?

―Me da igual, pero a mí no.

―Hola Noah... ―intervino Sofía con voz seductora―Tiene razón, no merece la pena... Acompáñame...

El chico se fue y Paula miró a su hermana con una sonrisa traviesa, tras darse cuenta de cómo miraba Sara a la pareja...

―¿Qué? 

―Has ligado. ―respondió Paula.

―Si, con ese, que asco...

―No da asco, es muy guapo, pero si no tuviera tantos piercings. ―dijo Elsa.

―Tampoco es para tanto... Y encima es imbécil.

―Los polos opuestos se atraen. ―comentó Elsa.

―Pues vale, anda mira ya viene la Yoli. ―Paula Elsa se rieron.

―Cómo te escuche decir eso... ―contestó Paula.

―¿El que? ¿La Yoli? ―respondió con voz burlona.

Ellas seguían riendo hasta que el sol dejó de darles en la mesa...

―Vosotras tres, ¿ocurre algo? ―intervino Yolanda algo molesta.

―No, Yolanda... Lo que pasa que hoy tienes un brillo especial en los ojos. ―el resto de la clase también se rieron.

―Miss Lascuráin, déjate de tonterías y comienza a prestar atención en clase... Que llevas suspendido los trimestres del año pasado.

―A ver la chica tiene razón, hoy tienes algo diferente, mamá. ―intervino Noah.

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