Pesao' culiao

Me cambiaron al Bastián

Empecé a mandarle mensajes y a llamar a mi mamá y a la Tía Marta, pero ninguna respondía. Pensé en llamar al Bastián pero no tenía su número. Estaba entrando en pánico cuando se me prendió la ampolleta y lo busqué en Instagram, el weón tenía la cuenta pública menos mal.

bastiaaravenaa

Bastian noc q chucha

están metale balazos aquí en el pasaje y la tía y mi mami no me contestan.

—¡Pacos culiaos, de aquí no me van a sacar!—Se escuchó gritar seguido de un balazo.

Ay, conchetumare, tenía el corazón a mil, capaz que estas weás para el Bastián o la Tía Marta eran normales, pero pa' mi no, si vengo de un pueblo donde todos se conocen, y el weón más brígido es el perro de la esquina que te ladra hasta que le tiras un pedazo de pan.

Bastiaaaaaaaaaaan
por
la
chucha
ayudaaa

El Bastián vio los mensajes y parecía que me estaba ignorando, por lo cual empecé a desesperarme, hasta que finalmente me llegó un mensaje.

ptlw ya
esperame que llegó en 10

Apurate xfa.

Estaba caga' de miedo en el living y por lo que había cachado escuchando, los pacos habían venido a buscar a un weón y al parecer el loquito se les arrancó y se subió arriba del techo amenazando con tirarse si los pacos se le acercaban.

Me asomé un poco a la ventana, pero no se escuchaba nada. Así que volví al living y estuve ahí por un buen rato.

—Tamara—Me tocaron el hombro.

—¡Ay conchetumare!—Casi me morí.

Al ver mi cara él Bastián se cagó de la risa.—Soy yo weón— Dijo prendiendo la luz— ¿Qué chucha pasó?

—No sé qué weá, estaba viendo la serie y se empezaron a escuchar balazos. Se llevaron al vecino de al lado—explique.

—¿Se llevaron al Lucky?— me preguntó.

—Ay Bastián no sé cómo se llamaba, pero la weá es que se llevaron al weón de al lado.

—Ya y ¿estai' bien?

La raja fíjate tú.

—Sí.

—¿Estai' segura? Mira como te tiemblan las manos—Dijo riéndose.

—Ay weón sí. Estoy caga' de miedo, pensé que el culiao se iba a meter pa' acá, no lo conozco y quizás que weá me hubiera hecho.

—Ya Tamara cálmate.—Se acercó a mí y me tomó de las manos.—Los pacos ya se lo llevaron y no pasó nada grave, así que tranquila.

—Oye Basti— Un mino del mismo porte que el Bastián, de pelo castaño y de lentes entró. —A chucha, ¿Estoy interrumpiendo algo?

—No weón—Le respondió el Bastián.—¿Estay más tranquila?—Me preguntó.

Asentí y me soltó de las manos.

—Hay carrete ¿Querí' venir o prefieres quedarte?

—Prefiero quedarme— respondí.

El Bastián le pasó las llaves del auto a su amigo y se iban a despedir pero interrumpí.

—¿No te vas?— Le pregunté.

—No te voy a dejar sola.

—Anda nomas, si ya estoy bien— Mentí.

Él me examinó de pies a cabeza. —No te creo.— Me dijo para luego ir a dejar a su amigo afuera.