Capítulo 20

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Aclaraciones: la portada no me pertenece, es de la artista @fery_dds.

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Cuando Law le dijo días antes que en Swallow tenía "contactos" más bien debió cambiar la expresión por "amigos" por los hechos ocurridos en cuanto llegaron. Aunque siendo sinceros, ella no hubiera puesto la mano en el fuego por aquella confesión.

Pero cuando vio a dos chicos correr hacia el cirujano y derribarlo contra la nieve de un abrazo, definitivamente confirmó que aquel hombre tan desagradable tenía amigos, aunque fuera casi imposible.

–¡Capitán! –gritaron ambos, haciendo caer a Law de una forma bastante cómica al suelo.

Nami solo pudo reír. Esa fachada de tipo duro y borde se había esfumado en un instante, y ahora lo podía ver tal y como era, tan distante de esos pensamientos macabros que conocía de él.

–¡Bepo, capi ha vuelto!

Y lejos de acabar con la situación, un perro salió corriendo de la casa y se lanzó también encima del moreno, quién apartó como pudo a esos dos tipos y se dispuso a acariciar al animal con todo el cariño del mundo. Por primera vez vio su verdadero rostro de felicidad, bajo esos ojos grises cansados, con algunas pequeñas arrugas en las mejillas por sonreír.

Ambos se quitaron de encima del cirujano y dejaron algo de espacio personal para que pudiera estar con aquel husky blanco que competía contra el color de la nieve. El perrito movía la cola alegremente mientras le acariciaba bajo la barbilla.

–Tantos años sin llamar, desgraciado –le reprochó uno de los hombres, sacudiéndose la nieve del abrigo.

–Sí, ya podrías habernos dicho que venías –añadió el otro, girándose hacia Nami– Con tu... ¿novia?

–Ya quisiera él –respondió ella, encogiéndose de hombros y ganándose una mala mirada de Law.

–Lo suponía, te ha secuestrado–asintió uno de ellos, el más alto– Ninguna mujer se acercaría voluntariamente a él.

–¿A que si? –rió Nami, ofreciendo la mano como saludo– Me llamo Nami, encantada.

–Yo soy Penguin –le estrechó la mano el más alto– Y éste es mi hermano Shachi.

–Encantado –saludó el aludido con la cabeza.

Law se había levantado del suelo al fin pero el animal seguía a su lado correteando feliz por su presencia. También se sacudió la nieve de la ropa y miró al trío de mala gana.

–¿No habéis visto las noticias? –preguntó algo más serio.

–¿Las noticias? ¿Qué tienes, ochenta años? –se burló Penguin.

–Yo me paso el día con el ordenador, no miro esas mierdas –murmuró Shachi, pateando la nieve y jugando un poco con Bepo.

–¿Qué ha pasado para que sea tan importante y que nos honres con tu presencia? –siguió.

Aunque Nami no protestara por aquella reunión familiar, comenzaba a sentir todo el cuerpo helado, empezando por los pies ahora entumecidos. Además aún se estaba recuperando y eso le venía fatal. Tenía la nariz roja y las mejillas igual. Iba a decir algo pero no quería interrumpir.

–Estamos en busca y captura por todo el país –dijo Law suspirando, buscando los ojos de Nami entre la oscuridad– Y, ¿podemos entrar? Esta señorita tiene gripe.

–Como si fuera tu casa.

Shachi y Penguin los invitaron a pasar a su humilde morada. Era una casa blanca de dos pisos, no muy lujosa pero suficiente para vivir. Había dos dormitorios en la parte de arriba y un solo baño. Todo estaba ordenado y limpio, y ya era más de lo que esperaba de un grupo de hombres viviendo juntos.

Insomnia (AU LawNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora