Capítulo 28

122 17 3
                                    

Aclaraciones: la portada no me pertenece, es de la artista @fery_dds. Contenido sexual.

❥✿❥❥✿❥

La tensión en el ambiente era más que palpable. Nami miraba el paisaje por la ventana de forma distraída, Law mantenía la vista fija en la carretera. Llevaban horas sin hablar después de aquella discusión en el hostal.

–No vas a ir tú sola, Nami –le había respondido el moreno en cuanto supo lo que ocurría.

–No voy a dejar a mi hermana ahí tirada –respondió ella enfadada.

–¿Y si es una trampa? ¿Y si te matan? –insistió Law, alzando el tono.

–¿Y si es cierto? ¿Debo dejarla morir ahí por mis dudas? –dijo Nami, recogiendo las cosas rápidamente– Además, me diste tu palabra de que ella estaría bien y mira...

Un golpe bajo. Law torció el gesto. Nunca se podían dar certezas absolutas cuando una mafia estaba de por medio, él lo sabía pero solo quiso calmar un poco a la chica. Meditó en silencio, no quería más encontronazos sorpresa con asesinos enviados por Doflamingo.

Tendría que trazar un plan de camino a Dressrosa, algo que cubriera sus espaldas por si él mentía y todo finalmente era una trampa. Así que a regañadientes aceptó volver a la ciudad de la que tanto había deseado escapar.

✿❥

Nami aceptó conducir también, dejando a Law dormir algunas horas mientras recuperaba el sueño en el asiento del copiloto. Todo marchaba bien, ya no vieron más anuncios en las noticias sobre ellos, la policía no les paraba en controles.

La chica pudo conducir por la autopista principal, cosa que acortaría el tiempo de llegada a la capital. El poder de las palabras de aquel hombre daba realmente miedo. Y pensar que ahora lo tenía como enemigo directo provocaba una profunda angustia en Nami.

Las horas avanzaban lentamente. El hombre le cambió el puesto y condujo medio día más hasta un pequeño pueblo para poder pasar la noche, ambos estaban agotados y él empezaba a sentir de nuevo los efectos de la abstinencia.

Pasaron la noche en otro hotel. Law estaba inyectándose aquella sustancia en la cama cuando la pelinaranja decidió darse un paseo nocturno antes de dormir. El ambiente estaba cargado y sentía que si abría la boca acabarían discutiendo de nuevo.

La temperatura allí era más cálida, por fin se había despedido del dichoso abrigo. Corría una suave brisa agradable. Nami cerró los ojos y disfrutó del silencio nocturno que la envolvía. Tomó aire varias veces, estaba algo nerviosa.

Llevaba horas meditando. No se había atrevido a contarle toda la verdad a Law. Únicamente le informó del secuestro de Nojiko y su brillante idea de rescatarla. El mejor consejo es nunca revelar todas tus cartas, por si acaso.

Confiaba en él pero él no debía confiar en ella, pues Nami si tenía algo que perder y si colocaba en una balanza la vida de su hermana y el cirujano, ganaba Nojiko por demasiada diferencia. Aunque tuviera sentimientos encontrados con todo aquello, estaba enamorada de él, lo aceptaba. Pero si tenía que elegir, prefería a su familia. Por muy doloroso que fuera.

Ya se perdonaría a sí misma, da igual el tiempo que tardara en ello, por haber traicionado al dueño de su corazón. Mientras tanto, prefirió evitar pensar en ello y disfrutar, posiblemente, los últimos instantes felices. Regresó a la habitación después de un largo rato de despejarse.

Law ya se había despertado, aún seguía algo atontado pero esperaba a Nami en el borde de la cama, algo preocupado por su tardanza. La chica lo saludó sin muchas ganas y cerró con el pestillo.

Insomnia (AU LawNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora