Capítulo 25

181 23 16
                                    

Aclaraciones: la portada no me pertenece, es de la artista @fery_dds.

Advertencias: sexo (por fin).

❥✿❥❥✿❥

El día transcurrió entre una mezcla de miradas cómplices, caricias y algún que otro beso robado. Nami no guardaba ya las formas, se sentía eufórica y feliz, y lo expresaba abiertamente. Posiblemente Law no recordaba ningún otro momento de su vida que hubiera estado sonriendo tanto tiempo de seguido como aquel día, incluso se había olvidado de sus adicciones por unas horas.

Observar a Nami abrir el resto de armarios buscando comida o algo interesante. Ese pequeño grito al encontrarse un bicho detrás de una cortina. Esa mirada triunfal al haber descubierto un paquete de galletas sin caducar en la alacena.

Se pasó la tarde embobado, memorizando cada una de sus expresiones, sus risas, sus quejas, los pucheros que le dedicaba y que arrancaban una risa de diversión desde lo más profundo de su ser. Esa mujer era perfecta en todos los sentidos. No se daba cuenta del brillo de sus ojos cuando la seguía con la mirada o cuando simplemente asentía a sus comentarios y desvaríos varios.

-¿Y ahora dónde iremos? -preguntó Nami, sentándose en una vieja silla de madera.

Law estaba de cuclillas en el suelo encendiendo la chimenea para pasar la noche. Tal vez sería imprudente por su parte revelar su posición pero no quería morir congelado, el descenso de temperaturas ese día se había notado bastante. Ya le había puesto al día con el asesino que la había secuestrado.

-¿Regresaremos a casa de tus amigos?

-No, es posible que nos rastreen hasta allí una vez sepan lo que le hice a Gladius. Y no quiero meter a Shachi y Penguin en problemas, no más -negó, volviendo a ponerse en pie.

-¿Y cuál es la idea ahora? -insistió, acariciando la mesa llena de polvo.

-No queda otra que seguir huyendo -le dijo, parándose delante de ella.

-¿Y no podemos buscar alguna casa abandonada en el bosque como ésta y vivir allí? -protestó, haciendo un mohín, levantándose de la silla para encarar al cirujano.

Cosa más ñoña no pudo decir, los colores se le volvieron a subir al rostro, pero no sé arrepintió de sus palabras. Nami tenía que reconocer que estaba enamorada de aquel hombre, y si bien no era alguien imprudente, pensó que tampoco era malo dejarse llevar. Además, no lo decía completamente en serio. Echaría de menos ciertos aspectos de la ciudad y a Nojiko.

-Vaya, ¿es una invitación a vivir juntos? -bromeó el moreno ante su ocurrencia, pasando el brazo por su cadera y acercándola.

-¿No hemos estado haciendo eso hasta ahora? -respondió la mujer a modo de pregunta.

-Porque no te quedaba otra.

-Hasta tú reconoces que eres inaguantable -Nami rió en bajito mientras el moreno la fulminaba con la mirada.

-No me tientes, señorita Nami -murmuró, usando otra vez esa voz aterciopelada, acariciando su barbilla con cariño.

-¿Otra vez con formalidades, doctor? -la pelinaranja se burló de él tras mostrar una larga sonrisa.

Law se mordió el labio, sujetó a la chica contra él y se inclinó lo suficiente hasta que sus narices se rozaron. Su corazón volvía a latir inusitadamente acelerado.

-¿Quieres que me deje de formalidades? -había susurrado a milímetros de sus labios.

Nami cerró los ojos ante el tan ansiado contacto que nunca llegó. Notaba la respiración de él sobre su piel. Law río ante su mueca de decepción pero luego la borró contra sus labios cuando por fin decidió besarla. Apretó su espalda, sintiendo todo su cuerpo estremecerse bajo su agarre.

Insomnia (AU LawNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora