SILVIAEsta situación es surrealista. Mi novio, sus amigos, jugadores del barça y yo detenidos yendo a comisaria por una pelea en una discoteca.
Estábamos sentados en dos filas, una en frente de la otra, todo estaba en silencio, y lo único que se escuchaba eran los ruidos de la calle, del coche y la pierna de Yamal moviéndose nerviosamente rápido.
En mi camioneta estábamos; Gavi, Pedri, que a esos jugadores si les conocía, el chico de color, que creo que se llama Yamal y H. Fort, que miraba fijamente al suelo.
¿Cuál puede ser su nombre?, ¿Hugo?, ¿Henry?, ¿Hernando?... no sé.
Muevo mi mirada para H. Fort, quien no hacía ruidos, solo miraba para abajo con sus puños apretados. Levanta su mirada encontrándose con la mía.
¿Cómo sabía que le estaba mirando?
Aparté la mirada rápidamente por los nervios y minutos después noto como la camioneta frena.
Abren las puertas y aparecen agentes de la policía con sus uniformes puestos, nos sacan uno a uno bruscamente de la camioneta y nos meten dentro de un edificio, que supongo que sería la comisaría.
Nos hacen quitarnos nuestras cosas personales; móviles, carteras, llaves... y demás y cuando terminamos me meten a mi primero a una sala aparte de los chicos.
Entro a la sala y veo una mesa gris con dos sillas negras, una en frente la otra, las paredes no tenían ventanas y lo único que había era un conducto de ventilación en el techo y un gran cristal en la pared de la derecha.
Me hacen sentarme en la silla en frente del cristal opaco, me veía reflejada y madre mía las pintas que tenía.
Unos segundos mas tarde la puerta se abre dejando ver a un hombre, vestido con uniforme de policía, cierra la puerta y se sienta en la silla.
Me interroga acerca de lo que ha pasado en la discoteca, le cuento mi versión, sin omitir nada y para terminar me hace algunas preguntas y luego me dice que vaya fuera.
Salgo y un policía me lleva a una celda, cuando entro veo que en frente están algunos de los amigos de Luis y en otra los jugadores del Barça, me siento en un banco que había y cuando miro mi celda, había una mujer sentada en la esquina con la mirada baja, daba vibes de loca la verdad.
Apoyo mi espalda en la pared y me cubro los brazos con mis manos frotándolas, tenia bastante frío no os lo voy a negar.
Miro a mis alrededores y me encuentro con la mirada de H. Fort mirándome fijamente desde su celda, que estaba en frente de la mía, me dedica una sonrisa burlona y aparto la mirada hacia el laso contrario rodando los ojos.
Le odio
El tiempo pasaba y el sueño que tenía aumentaba, tenía ganas ya de salir de aquí pero no sabía muy bien como. Apoyo mi cabeza en la pared que había en mi derecha para intentar descansar pero unos gritos me interrumpen.
—¡Cuándo mi padre se entere de que me tenéis detenido, os enteraréis!— grita Luis desde su celda.
Los policías pasaban de él, estaban hablando entre ellos y comiendo.
Luis siempre ha sido un niño muy mimado ya que su padre es un hombre de negocios muy famoso que siempre le saca de los líos en los que se mete sin perjudicarle luego.
Minutos mas tarde suena la puerta abrirse, dejando entrar a un hombre alto, trajeado y rubio con melenas que reconozco al instante.
—¡¿Dónde está mi hijo?!— habla el padre de Luis cabreado.
—¡Papá!— grita Luis al verle.
—Sacadle ya— le dice a los policías y luego mira a su hijo— nos vamos.
—Señor, este no es el protocolo...— intenta decir un policía pero el señor Montero le interrumpe.
—Me da igual el protocolo, sacad a mi hijo ya— ordena.
El policía saca las llaves de su bolsillo se acerca a la celda y la abre, Luis sale y le quitan las esposas, este hace movimientos con las muñecas ya que las esposas estaban muy apretadas. Se iban a ir pero de repente habla:
—Espera papá...— se detiene. Su padre se da la vuelta mirándole— no podemos dejarla aquí...— me mira.
Su padre dirige la mirada a donde esta mirando su hijo y me ve, me levanto del banco poniéndome en frente de los barrotes y los agarro con las manos. La expresión de su cara pasa a ser una de enfado.
Se acerca a mi rápidamente y yo me quedé firme en mi lugar.
—Tú— me señala con el dedo índice a pocos centímetros de distancia— tú no paras de meter a mi hijo en problemas y luego tengo que ser yo quien os saque de ellos porque tu triste familia no puede— dice "familia" haciendo comillas con ambas manos y las lágrimas empiezan a salir de mis ojos cuando menciona a mi familia.
Es un tema delicado el de mi familia y me parece una falta de respeto que la mencione.
—Usted sabe que las cosas no son así, su hijo es el que se mete en problemas ¡y yo siempre tengo que ser el daño colateral de todo!— digo lo último elevando mi tono de voz. Todos nos estaban mirando— y no quiero volver a escuchar decir una sola palabra sobre mi familia, y menos de usted— dije enfadada.
—Desde que mi hijo inició su estúpida relación contigo lo único que ha traído a mi familia son problemas, intenté que te dejara pero él seguía empeñado en estar contigo y te dio de todo, y lo único que recibimos a cambio es venir en coche de noche a una comisaría porque está detenido, y no sé lo que ha pasado ni lo quiero saber pero seguro que a sido por tu culpa, ¡cómo todo!— hace una pausa para respirar— vuestra relación acaba ahora, y no quiero volver a verte cerca de él, nunca— se da la vuelta y sale con su hijo por la puerta.
Yo me quedo callada, no sabía que decir, las miradas de todos estaban centradas en mi y yo me siento nuevamente en el banco en silencio y con un nudo en la garganta por todo lo que me a dicho.
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𝙲𝙾𝚂𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙳𝙴𝚂𝚃𝙸𝙽𝙾 (1 y 2) || 𝐇𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐅𝐨𝐫𝐭
FanfictionSilvia es una joven arbitra a la que, lamentablemente, le toca arbitrar en el partido del Barça VS Atlético Madrid. Digo Lamentablemente porque a la pobre chica le llueven los insulto de los aficionados de las gradas y del joven jugador Hector, a q...