Capítulo 7

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SILVIA

Mis ojos sé abrían lentamente por la claridad que entraba por la ventana, cojo mi movil para mirar la hora y eran las diez y catorce de la mañana.

Me quedo en la cama estirándome y replanteándome la existencia cuando recuerdo que hoy hay comida familiar con los Guiu y tengo que ayudar a Sofia a preparar las cosas.

Me levanto de la cama y salgo, me asomo al cuarto de Sofia y ella no estaba ahí, voy al baño a hacer mis necesidades y cuando salgo me dirijo a la cocina para encontrar a Sofia.

—Buenos días dormilona— me dice preparando la comida.

—Buenos días, ¿por qué no me has despertado y te ayudo?— pregunto.

—Te veía durmiendo tan plácidamente que no quería despertarte, aparte, tampoco había mucho que preparar, ya esta casi todo listo.

—Okey— digo y me siento con ella a desayunar.

Hablamos un rato cuando las dos terminamos de desayunar y llega la hora de prepararnos. Eran las once de la mañana y su familia venia a las doce y media.

Me lavo los dientes, la cara y me peino un poco los pelos de loca que tengo y me voy a mi habitación.

Cuando llego caigo en la conclusión de que no tengo nada para ponerme, ya que lo único que tengo es mi vestido de fiesta de anoche que se está lavando.

Tengo que ir a recoger mi ropa de casa de Luis, pero hoy ya no me da tiempo y tampoco tengo muchas ganas de verle la cara.

Me dirijo a la habitación de Sofia y entro, ella estaba mirando en el armario para ver que pone.

—Sofia, no tengo ropa— digo riendo, y ella sonríe al recordar que vine ayer sin ningún tipo de equipaje.

—Es verdad, acércate— dice y me pongo al lado de ella.

Miro la ropa que hay en su armario y opto por unos pantalones vaqueros azules con un crop top rojo. El pelo me lo dejo suelto, me llega por la cintura.

Entro al baño, me lo pongo y la verdad que me queda super bien. Me maquillo a lo natural, tampoco quiero parecer una puerta y cuando estoy lista voy al salón con Sofia.

Ella llevaba una camiseta corta pegada de color azul claro, y unos pantalones blancos. El pelo se lo ha recogido en un clean look.

—¿Lista?— pregunta.

—Si— digo— ¿cuánto le queda a tu familia?.

—Tienen que estar al llegar— dice mirando la hora en su movil. Eran las doce y media ya.

La puntualidad nunca fue un fuerte de los Guiu, al menos de los que he conocido no.

El timbre suena y Sofia va a la puerta para abrirles. Al pasar veo a su madre con su madre y su hermana pequeña, Clara.

Saludan a su hija y cuando entran al salón me ven y abren los ojos como platos.

—¡Silvia, pero que sorpresa!— dice Sonia, su madre. Se acerca con los brazos abiertos a darme un abrazo.

—Cuanto tiempo Sonia— digo en el abrazo. Me separo de ella y la pequeña Clara se acerca y me da otro abrazo. Luego de ellas, su padre.

Entramos a la terraza donde había una mesa larga con sillas alrededor y picoteo en la mesa. Charlamos un rato cuando el timbre suena.

—Voy yo— dice Sofia levantándose de la silla y entrando a la casa.

Escucho como hablan dentro, Sofia esta saludando al resto de familia que faltaba. Segundos mas tarde entraron por la puerta de la terraza una mujer, muy parecida a Sonia, muy contenta saludando a todos.

Luego entraron un hombre, que era su marido, y dos chicos, uno grande y otro pequeño.

Se saludaron todos con dos besos, a mi incluida y nos sentamos a comer. Yo estaba entre Sofia y el chico mayor que se llamaba Marc.

Empezamos a comer, todos felicitamos a Sofia por la comida que estaba deliciosa. Luego, hablamos todos un rato, yo en especial hablaba con Marc y Sofia, que tenían la misma edad y se llevaban de maravilla.

—Chicas— habla Marc y le miramos— mañana por la tarde van a venid algunos amigo a mi casa a pasar el rato, ¿quieren venir?.

Sofía y yo nos miramos y luego le miramos a él con una gran sonrisa.

—Claro, nos apuntamos— decimos las dos a la vez.

La tarde transcurrió tranquilamente, las personas que no conocía de la familia de Sofía ahora las conozco y la verdad es que son personas maravillosas, al igual que mi mejor amiga.

Ya era tarde y se estaban empezando a ir, cuando se fueron, ayudé a Sofía a recoger un poco los platos, los vasos y a recoger la mesa.

Una vez todo listo nos tumbamos un rato en el sofá a ver una película que estaban echando en la tele y nos quedamos dormidas sin darnos cuenta.

Me despierto en mitad de la noche, miro el reloj del móvil y eran las cuatro de la mañana. Me levanto a beber agua ya que estaba sedienta y me vuelvo al sofá donde Sofia esta dormida y me tumbo en la misma posición de antes para intentar quedarme dormida, y tras varios movimientos, lo logro.

𝙲𝙾𝚂𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙳𝙴𝚂𝚃𝙸𝙽𝙾 (1 y 2) || 𝐇𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐅𝐨𝐫𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora