SILVIAYa hace unos días que llegamos de Roma, me estaba preparando para ir a la casa de mi abuela ya que hacia mucho tiempo que no iba a visitarla.
—¡Abro yo!— escucho que dice Sofia y abre la puerta de la casa.
Salgo de mi habitación encontrándome con Hector, Marc y Yamal, los saludo a los tres y pasan al salón.
—¿A dónde vas?— pregunta Hector al ver que no le sigo al salón.
—Voy a ver a mi abuela— hago una pausa— ¿quieres venir?— le propongo. Hector de queda un poco en shock y por la pregunta pero finalmente acepta y salimos.
Llegamos a la parada del bus y estuvimos hablando muy alegremente y a los pocos minutos ya llegamos. Bajamos y andamos unos cinco minutos tranquilamente de la mano.
Llegamos a un edificio antiguo, donde solían vivir los abuelitos. Entramos y subimos por las escaleras al tercer piso.
Toco tres veces a la puerta y a los segundos aparece mi abuela que al verme, una gran sonrisa se le forma en sus labios.
—¡Silvia!— grita de alegría y y me envuelve en sus brazos dándome cuenta de lo mucho de menos que la he echado. Nos separamos del abrazo y la mirada de mi abuela se dirige hacia Hector.
—Abuelita, él es Hector— digo y no puedo evitar sonreír.
—Encantado— dice y le iba a dar dos besos pero mi abuela le da un abrazo. Es muy cariñosa.
Nos dice que pasemos y entramos a la casa, nos sentamos en el sofá y veo que estaba viendo su serie del Divinity.
Hablamos un poco con ella y le contamos cómo nos fue en Roma y mas cosas, por ejemplo que ya no vivo con Luis y me he mudado con Sofia.
—Menos mal que ya te has alejado de ese muchacho, no me caía para nada bien— dice mi abuela señalándome con el dedo índice.
Un rato mas tarde me levanto para ir al baño dejándolos solos. Cuando termino de hacer mis necesidades, me lavo las manos y salgo, cuando llego a la puerta, me paro y escucho risas que vienen del otro lado. Era mi abuela riéndose.
Escuchar su risa me da mil años de vida
Entro al salón y Hector también estaba riendo y una sonrisa se formó en mis labios.
—¿De qué os reís tanto?— digo sentándome en el mismo lugar.
—Ay, Silvia, pero que amigo mas gracioso tienes— dice mi abuela limpiándose algunas lagrimas de la risa que tenía.
Unas horas mas tarde decidimos irnos, nos despedimos de mi abuela y me dijo al oido que le gusta mucho Hector para mi y que no se parece nada a Luis.
—¿Qué le has dicho a mi abuela para que se riera tanto?— pregunto.
—Un mago nunca revela sus trucos— dice y ruedo los ojos divertida.
Llegamos a una pizzería, mi favorita, y entramos.
Nos sentamos en una mesa para dos y miramos la carta.
—¿Qué te vas a pedir?— me pregunta sin dejar de mirar la carta.
—Lo de siempre, lasaña— respondo— ¿y tu?— le miro.
—Una pizza carbonara, es mi favorita— dice y me mira.
El camarero viene a tomarnos nota y unos minutos mas tarde trae nuestra comida.
—Eres la primera persona que conozco que cuando viene a una pizzería no se pide pizza— dice mirándome la lasaña y río.
La cena pasa rápido, estuvimos una hora y parecieron cinco minutos.
Pagamos y nos dirigimos a la parada del bus, en el camino, algunos fans le pidieron fotos a Hector y el se las hizo.
Bajamos del bus y caminamos hacia mi casa, me agarra de la mano y pasa ese brazo por detrás de mi cuello y me acerca a él.
Hablamos un rato mas de tonterías hasta que llegamos a mi portal, se pone en frente de mi y nos despedimos con un beso largo, apoyo mis brazos por detrás de su nuca y el pone sus manos en mi cintura.
Nos separamos del beso y nos quedamos mirándonos unos pocos segundos. Me separo de él y cojo las llaves para abrir el portal y cuando abro él coge la puerta para que yo pase.
—Qué caballero— digo.
—Por mi dama cualquier cosa— sonríe— buenas noches rubia, sueña conmigo— dice y me guiña un ojo.
—Buenas noches Fort— digo con una sonrisa y me doy la vuelta para subir al ascensor.
el cierra la puerta y yo me quedo esperando al ascensor un rato, pero este no venía.
Escucho un ruido y miro para atrás sin ver nada, estaba oscuro y solo había una luz arriba mio iluminando la entrada. Vuelvo a darme la vuelta quitándole importancia pero vuelvo a escuchar un ruido y giro mi cuerpo bruscamente.
—¿Hector?— digo, a lo mejor me esta gastando una broma.
—No...— escucho que dice alguien detrás de mi y pone en mi boca un trapo, respiro como puedo y siento como poco a poco mis ojos se van cerrando.
Hasta que me quedo completamente desmayada.
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𝙲𝙾𝚂𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙳𝙴𝚂𝚃𝙸𝙽𝙾 (1 y 2) || 𝐇𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐅𝐨𝐫𝐭
FanfictionSilvia es una joven arbitra a la que, lamentablemente, le toca arbitrar en el partido del Barça VS Atlético Madrid. Digo Lamentablemente porque a la pobre chica le llueven los insulto de los aficionados de las gradas y del joven jugador Hector, a q...