Capítulo 28

89 5 1
                                    

Alexis Moore

- Entonces, el ordenamiento jurídico entiende como ley una norma jurídica dictada, escrita y elaborada por los órganos competentes de esta potestad legislativa. ¿Alguien sabe que dos requisitos tienen que cumplir?

Miré para ambos lados viendo como estaban todos con cara de aburrimiento, deseando que se acabara de una vez la última clase del día.

- ¿Señor Crowford?- el chico sentado a un par de filas delante de mí, giró la cabeza mirando al profesor que tenía una ceja alzada- ¿Sabe la respuesta?

- Disculpe, ¿qué?- preguntó, haciendo que todo el mundo soltara una ligera risa, incluido el docente.

- Le recomiendo que deje de acosar con la mirada a la señorita Preston y se centre en intentar aprobar mi asignatura. A lo que iba, los dos requisitos son la legalidad y la publicidad. La legalidad tiene que ser dictada por...

El sonido de la puerta abriéndose de golpe hizo que todos dirigiéramos nuestra mirada hacia allí, viendo como dos caras que conocía demasiado bien cruzaban la puerta.

Rodé los ojos, al notar la mirada de Clain en mí mientras se dirigía con Ortiz hacia el profesor. Intercambiaron un par palabras y los alumnos empezaron a murmurar entre ellos sin quitarles los ojos de encima.

Los dos agentes empezaron a caminar acercándose hacia la fila en la que estaba y yo recé para que fuera solo una coincidencia, pero lo dudaba mucho.

- Señorita Moore- me llamó Ortiz cuando llegaron a mi lado-, levántese.

- ¿Por qué?

- Usted hágalo.

Me levanté con el cuerpo tenso y los miré a ambos.

- ¿Me van a decir que está pasando?

Clain me cogió del brazo y me dio la vuelta, haciendo que quedara de espaldas a él.

- Alexis Moore, queda detenida como sospechosa del asesinato de Henry McGaber.

Sonreí irónica, mientras me esposaban las muñecas.

- ¿En serio? Parece que tengan una fijación conmigo o algo.

Empezaron a caminar a mis lados mientras salíamos del aula.

- Tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga puede ser usado en su contra en un tribunal...

***

Suspiré, apoyando los codos en la mesa y pasándome las manos por el pelo. Llevaba como mínimo una hora en una sala de interrogatorios, con las paredes grises, una mesa del mismo color y el típico espejo, y ya estaba con los nervios a flor de piel. Levanté la vista al oír el chirrido de la puerta abriéndose, y vi como entraban los dos agentes y se sentaban en las dos sillas que se encontraban delante de mí.

- ¿Qué relación tenía con Henry McGaber?- preguntó Ortiz.

- ¿Cuántas veces se lo voy a tener que decir? No lo conocía, apenas llevo aquí tres o cuatro meses, y ni siquiera he hablado con mucha gente.

- Tiene razón, ya nos lo ha dicho. El problema es que creemos que miente, así que le vamos a dar una última oportunidad para que nos diga la verdad, ¿de qué conocía a la víctima?

- ¿Están sordos o algo?

Ortiz se iba a levantar, pero su compañero le puso una mano en el pecho haciendo que este lo mirara, y se levantó él. Dio unos pasos lentos y se apoyó en la mesa, quedando a mi lado.

Nuestro testigo, la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora