Prólogo

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Este es un mundo oscuro y temible, gobernado por leyes naturales ineludibles...


Cada siglo, un equilibrio nace,

entre la vida y la muerte, un enlace.

Aparece el Arconte. A la naturaleza está atado,

esperanza encarnada, de un Dios fragmentado.

Sin los Arcontes, el caos se desata.

Ya ha sucedido, en tiempos de plata.

Los Arcontes atacados, por Demonios despiadados.

En una tierra sin guía divino,

las almas quedan en un remolino.

Nacen sin alma, las personas en desolación.

Las almas restantes vagan, en desesperación.

Si un Arconte no las guía a la vida futura,

nunca hallarán alivio, se perderá el equilibrio.

El Arconte medita, su alma viaja, deja este mundo;

Entra en un plano astral, como un vagabundo.

Suspendido en el aire, conoce a cada individuo.

Se dice que Dios elige al siguiente Arconte, Dios lo elige, y su decisión es irrevocable.

EloínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora