Capítulo 19

13 2 0
                                    

"Humano y monstruo"

Cuando Liam llegó en el trineo, creí que estaba herido, pero sólo dormía profundamente. Ha estado en cama desde ayer y ahora me encuentro mirándolo descansar. Quiero despertarlo para que coma algo, pero no lo hago.

Sólo observo.

Poe ha venido desde temprano y en silencio está trabajando en una copia del grimorio que casi han terminado Liam y Lucas. También se ha puesto creativo y ha hecho algunos dibujos y diagramas para incluir.

Cojo aire y con mucho cuidado, le aparto el cabello de la frente. Su respiración es sumamente extraña. Como la vez que descansó bajo el agua. Es como si estuviera en modo ahorro de energía, o suspendido en otro plano.

Un bello durmiente.

Me pregunto si Elios también descansa.

De la nada, siento un fuerte dolor en el pecho. Me ataca como una enfermedad y me aparto ahogando un grito. Luego, en un parpadeo, veo un nacimiento. Es un niño. Un trozo de Dios llegando al mundo. Su resplandor ilumina al rededor intensamente. Los adultos que lo presencian se hallan sorprendidos y aterrados. No tienen idea de qué hacer con esto.

Nace en una aldea en la que he estado, Seora. Bajo el techo de una pequeña clínica. El doctor se despoja de todas sus herramientas y sale apresurado. Grita al viento que un Arconte ha nacido. Los soldados se apresuran a entrar y en ese momento, vuelvo a la realidad.

Estoy agitada y tirada en el suelo, con Poe gritando mi nombre en ruidos que a penas distingo. Liam se incorpora y llega en mi auxilio. Tardo un segundo en volver a mis sentidos y comienzo a respirar con dificultad. La mirada de Liam se encuentra con la mía y parece que se lo puedo decir por telepatía, porque se esfuma en un segundo.

Recupero el aliento e ignorando a Poe, me proyecto y viajo hasta Seora. Encuentro el parto que apenas está iniciando, como si todo lo que hubiese visto antes fuese una premonición.

Está la muchacha que Liam ahorcó en la posada, tomando la mano de la mujer en labor. Actúan como si fuesen familia.

El doctor le da instrucciones, y cuando el bebé sale de entre sus piernas cubierto de materia extraña, el doctor corta el cordón y ese acto hace que el cuerpecito brille, revelando lo valioso que es.

Siento la presencia de Liam y se muestra en medio de todos, cuando el brillo se apaga.

Su aspecto es el de la sombra que viene a reclamar la custodia. La muchacha que nos conoce detiene a la madre que intenta levantarse e impedir que se lleven a su criatura. El doctor no muestra resistencia. La orden que concordé con el rey ya ha sido anunciada.

Le entrega al niño y Liam lo coge con cuidado. Lo observa un segundo y luego, desaparece como una nube violenta en mitad de la ventisca.

Hay llantos tras su partida y el doctor cae hacia atrás de culo al suelo.

Cuando abro de nuevo los ojos en el castillo, veo a la sombra hacerme entrega del niño cubierto en una fina tela. Elios es pura oscuridad y lo veo temblar a punto de descontrolarse.

—Ve a alimentarte —le murmuro, cogiendo el minúsculo cuerpecito del bebé. Elios sonríe y desaparece.

Poe está petrificado a mi lado y cae de rodillas para mirarle el rostro al chiquillo.

—¿Es Jena? —Pregunta, atónito.

Pero no lo sé. Su presencia es extraña. No la reconozco. Lo único que sé, es que es igual a mí. Un hermanito o algo así.

—¿Puedes llamar a César? —Poe se levanta—. Y a Jany, no tengo idea de cómo cuidar de un niño.

Cuando llegan Jany y César, quedan atónitos. Ven que es un varón cuando lo destapo.

EloínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora