Nina es la Arconte de Râqîa, una ciudad donde la paz y la armonía reinan. Su deber es proyectar su alma al mundo espiritual y vigilar que todo esté en orden. Pero Nina odia su trabajo. Le parece aburrido, solitario y doloroso. Ella solo quiere ser u...
Está el niño de los ojos azules. Lo encuentro con un libro muy pesado en el piso de una enorme biblioteca. Hay una página que se detiene a observar: Es una ilustración parecida al dibujo de Poe.
Hay un título debajo. "Cámara de las almas".
No entiendo, porque según me han dicho, allí terminan todos los que no tienen Alma, entonces, ¿a qué se refiere este título? El niño le da vuelta a la página y hay otra imagen. Parece un mapa. Comienza desde arriba con el fluir de un río. "Ríos de sangre" está escrito. Se crean desde varios extremos, como una ramificación -en total son siete-, hasta abajo, que se engrosa como el fuerte tronco de un árbol. El mapa conduce a más abajo, donde hay dos rostros de perfil mirando hacia cada lado, y debajo de eso, una frase, "Tumba de Dios". Todo el dibujo está rodeado en un círculo, con cuatro runas en cada punto cardinal.
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Cuando despierto, intento recordar las imágenes que vi en el sueño. Con cada segundo que pasa, temo olvidarlo.
Me levanto de un salto y busco papel o algo con qué escribir, pero en mi habitación no hay nada. De hecho, no tengo idea de cómo se escriben las letras. Puedo leer un poco, pero creo mi caligrafía está por los suelos.
Salgo al pasillo y comienzo a correr hacia el final del pasillo. Allí está la habitación de Poe. Toco a la puerta con apuro, esperando no olvidar aquello que quiero plasmar, así que mis golpes a la madera se hacen más insistentes. Hasta que, al fin, Poe abre, me ve, y tira de mi brazo que estaba a punto de dar otro golpe para hacerme entrar.
-¿Qué ocurre? -Sus párpados parece que siguen pegados-, ¿qué haces?, no puedes estar aquí. -Él se encarga de cerrar la puerta y yo busco con la mirada sus cosas para escribir. Alcanzo una hoja en blanco, luego un frasco de tinta con la pluma, luego le retiro la silla, como él suele hacerme para que me siente.
-Necesito que escribas algo. -Le explico, repasando en mi cabeza lo que era... "Tumba de Dios", "Cámara de las almas", "Ríos de Sangre"-. ¡Ven!
Poe se queja, en medio de un bostezo, pero se sienta. Vuelvo a esculcar entre sus cosas y encuentro el dibujo del inframundo.
-Aquí, escribe "Cámara de las Almas". -Poe me mira confundido, pero insisto, con el dedo señalando abajo del dibujo. Antes de que termine, prosigo a dibujar los trazos de los ríos que creo estaban en el mapa, simulando las ramas y el tronco de un árbol, con lápiz. Me sale espantoso, pero creo es bastante parecido-. Aquí -se lo paso, señalando la parte superior-, "Ríos de Sangre" y abajo, "Tumba de Dios"
Me detengo a mirar los papeles, los repaso varias veces, pero sé que hay algo que falta, así que me concentro.
-Las runas -recuerdo y dibujo con cuidado, intentando recordar cada runa que lo rodea, aunque no tengo idea de lo que significan.
-Vida -murmura Poe, cuando termino la primera-. Muerte -su voz se engrosa, continuando a la par con mis garabatos-. Retorno -con esta me quita el lápiz y la vuelve a dibujar porque lo he hecho fatal, luego me lo regresa y plasmo el final, que queda justo debajo del texto de tumba-. Sacrificio. -Anuncia Poe-. ¿De dónde sacaste esto?
