Capítulo 16

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"Tienes alma"

Liam.

Nina se queda bastante tiempo en un sofá junto a la chimenea. Mira detenidamente la sortija plateada, con una expresión melancólica. Debe estar recordando.

Me siento a su lado y la rodeo con un brazo. Ella se acomoda encima de mí y me siento tranquilo. Me alegra saber que tenemos un pasado juntos, aunque yo no me acuerde.

-Es extraño -murmura y alza la mirada hacia mí. Se le dibuja una sonrisa-. De entre todas las habitaciones, me trajiste a la tuya. -Hago una mueca-. Solías jugar al ajedrez, allí mismo. -Señala una mesa volcada y luego un buró, y murmura confundida-. Allá estaba tu diario.

Entonces se pone de pie y jala el último cajón astillado y reseco por el tiempo. Pero dentro no encuentra nada. Después de todo, ha pasado muchísimo tiempo.

-Está vacío -menciona desilusionada.

-¿Hola? -Escuchamos que alguien grita muy lejos y me pongo de pie para ir a ver. Nina me sigue, pero guarda distancia. Aunque no se trata de un extraño, sino, de la nieta de Jany. Trae cargando un pequeño trineo con cosas-. Mi abuela me pidió que les trajera esto. -Ella desata una cuerda y cojo las cosas. Son mantas, ropa para Nina y jabones-. Y para decirte que mañana iré a la aldea por provisiones, por si necesitan algo más.

-Iré contigo -quiero ver si consigo información de lo que está pasando con el conflicto con Râqîa.

-Saldremos al amanecer entonces -me dedica una sonrisa y se marcha arrastrando el trineo vacío. Me giro y veo que Nina está a mitad de las escaleras.

-¿Quieres tomarte un baño? -Le pregunto mirando los productos. Ella sonríe y echa a correr al pozo. Entonces subo y preparo el fuego en la caldera de piedra para calentar la tina.

Le damos una enjuagada y cuando está lista desprendiendo un vapor agradable, me levanto para irme.

Pero..., Nina me coge del brazo. Allí me tenso. Me quedo muy quieto. Ella me saca el abrigo y cuando noto que está por desvestirme más, mi corazón da un vuelco.

No me siento listo para esto.

Doy un paso atrás por impulso. Ella se extraña. Yo empiezo a respirar por la boca y cierro los ojos con fuerza.

-Creí que también querrías esto, lo siento. -Ahora ella parece triste.

Ya, quizás no es momento para actuar de este modo. Realmente quiero estar con ella. La sombra dentro de mí grita que lo haga.

Se me nubla la vista y Nina que parecía apenada, se asusta.

-Tus ojos, Liam. -Su vos sale confundida y yo me tallo los ojos-. Se han puesto negros. ¿Te sientes bien? -Sus palabras están apaciguándose y me miro las manos. Los dedos no han cambiado, pero sigo escuchando la voz de la sombra, como cuando enloquece por tomar el control y matar personas, pero en esta ocasión, dice otra cosa: tómala, la deseas.

Noto que la mano preocupada de Nina se acerca a mi cara y me alejo para salir de allí. Temo hacerle daño si la sombra termina poseyéndome. Quién sabe lo que le haría.

Salgo del castillo y me tumbo en una montaña de nieve. Mi corazón late muy fuerte y espero allí hasta que la vista se me aclara.

El frío del hielo me entume todo el cuerpo y poco a poco me doy cuenta de que el corazón se estabiliza.

Por suerte esto no pasó allá en la posada, cuando ella sólo vestía el abrigo.

Me enderezo y miro alrededor. Las tumbas están allí cerca. La abuela Jany está sentada en un tronco.

EloínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora