"Los secretos son la moneda de la confianza"
Liam.
Cuando llego a la habitación de Nina, me doy cuenta de que no está. Sólo está Poe. Le pongo el mapa enfrente. Él lo desdobla confundido y se detiene a observarlo. Dejo la daga robada al lado.
—Están planeando un ataque. —Suelto, él se pone de pie, arrastrando la silla con apuro—. Tienen un espía, saben que Jena murió y quieren atacar primero para asegurar al siguiente Arconte.
Pero es absurdo, un Arconte puede nacer en cualquier momento, o tardar hasta años. Nadie puede preverlo. Deben estar desesperados.
—¿De qué hablas? ¿De dónde sacaste esto?
—Los tipos que vinieron a buscarme en la cabaña donde estaba Lucy —empiezo a caminar de un lado a otro, sintiendo la angustia de lo que está pasando. ¿Y si no puedo salvar a Nina? ¿Y si ellos también saben de la runa que me debilita? ¿Y si algo le pasa? No solo era una nación, si el ataque se efectúa de tres puntos, tienen mucha gente planeando esto. La muerte de Kitan no impedirá nada. La familia de Amber es enemiga de Kitan, pero ¿ellos con cuántos aliados cuentan? Ellos también han de querer capturar al Arconte—, sabían que yo soy un cazador, me esperaban con un arma que sí me daña y me pidieron atacar al rey, allí me di cuenta de que casi medio mundo está conspirando contra Râqîa. —Estoy empezando a respirar agitadamente, Poe está boquiabierto.
—¿Cuándo?
—No lo sé, sólo escuché que están casi listos para atacar, puede ser en cualquier momento.
Me dejo caer al suelo y me siento en la alfombra junto a la chimenea.
—Debemos proteger a Nina. —Dice Poe; yo también quiero lo mismo—. Buscaré a los chicos, debemos advertirles.
Lo veo salir de la habitación y me quedo muy quieto mirando hacia la ventana. Afuera está cayendo una ligera llovizna y el viento sopla fuerte. Si todo empieza a ponerse feo, no sé a dónde podré llevarme a Nina. No conozco ningún lugar seguro, todo mundo la quiere para sí mismo. La utilizarán o quizás hasta la maten. Ya ha pasado antes, la historia está llena de Arcontes asesinados por demonios.
Poe tarda casi una hora en volver, ya me he dado un baño. Tenía mucha sangre encima de la matanza que orquesté en el palacio. Detrás de él aparecen los otros cinco esposos de Nina. Empieza presentándome a todos, menos a Lucas, que ya me había visto. Luego, les explica lo mismo que yo le he dicho. Hacen un plan para asegurar las cosas del ritual que necesitan para las expediciones al inframundo, como los textos y cráneos de las catacumbas. Empiezan a dar ideas de a donde llevarnos a Nina, pero ninguna me parece correcta. Cualquier lugar en Râqîa se verá envuelto en la guerra.
Unos se cuestionan sobre el espía, porque Nina se daría cuenta si un demonio estuviese aquí dentro, pero no es cierto. Nina a penas me detecta cuando estoy al aire libre, le sería muy difícil encontrar a alguien dentro del palacio. Aunque también podría ser una persona con alma, pero mala; como el anciano al que le quité la vida. Su alma estaba podrida, pude verla.
Cuando Nina llega de su clase de ocultismo, se extraña por ver a todos sus guardias aquí metidos y a mí en el suelo, en la alfombra.
—¿Hola? —Murmura confundida. Poe la hace entrar y la acompaña para que se siente en la silla del escritorio para darle la noticia. Cuando se lo suelta, puedo ver cómo aprieta las manos con fuerza en su vestido y su rostro está muy serio. Entiendo que también tiene miedo.
—Tendremos que huir sin advertirle a nadie. —Habla Adrián, cruzado de brazos, recargado en la ventana.
—Yo me llevaré a Nina, ustedes se reunirán luego.
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Eloína
FantasyNina es la Arconte de Râqîa, una ciudad donde la paz y la armonía reinan. Su deber es proyectar su alma al mundo espiritual y vigilar que todo esté en orden. Pero Nina odia su trabajo. Le parece aburrido, solitario y doloroso. Ella solo quiere ser u...