"Dolor"
Liam.
Nina despareció. Yo la maté.
Me quedo muy quieto, boquiabierto y desesperado. Veo que, en la ciudad en ruinas, lejos del puente, las almas se alzan como orbes de luz, siguiendo una espiral que asciende en la oscuridad. Nina también se transformó en algo brillante y se fue en un parpadeo. Su cuerpo desapareció y ahora no tengo más que su ropa que ha caído al suelo. Tanteo el suelo. Encuentro su anillo y su broche de mariposa. Las lágrimas me nublan la vista y el fuego que produzco es algo muy frío.
El silencio aquí abajo es asfixiante. Ya no hay lamentos, solo mis sollozos.
Espero, paciente, pero no ocurre nada más.
¿Por qué yo sigo aquí?
Nina me olvidó y abandonó en este lugar.
Espero más. Lo que parece una eternidad. Incluso rezo, para que alguien termine con este sufrimiento.
Alguien llega por el puente. Escucho sus pisadas, pero no tengo fuerzas para alzar la mirada. Solo quiero morir para dejar de sentirme así.
El extraño no dice ni una palabra cuando se detiene a mi lado. Alrededor brilla algo verde, una linterna.
Giro la cabeza un poco para mirarle los pies. He visto esos zapatos antes, son de Poe.
Él se agacha y me muestra su rostro. También está llorando, pero está mirando el vestido al que me aferro.
Aprieto los dientes, me ahogo con un nudo en la garganta.
Me arrepiento de haberla apuñalado. He sido yo quien la ha asesinado. Odio que Aurel me haya dado tal orden. Ese maldito Arconte. Manipulador y una mierda. Sólo nos utilizó como piezas de ajedrez.
—Vámonos —Dice Poe. Inhala una bocanada, exhala con lentitud. Yo imagino que esto es un sueño. Quisiera que lo fuera. Perder a Nina es lo peor que puedo imaginar.
Poe empieza a decir los ritos de regreso y aprieta mi hombro con fuerza. Quiero decirle que se aparte, pero no puedo.
¿Cómo se supone que viviré ahora?
Dejo que me lleve, sólo porque sé que en este lugar no podré morir en paz, pasaría el resto de la eternidad muerto por dentro, pero sin poder descansar.
Aparezco en el ataúd, donde apenas cabemos los dos. Él se levanta y empuja la tapadera, furioso. Yo me quedo allí. El cubo es perfecto para que entierren mi cuerpo cuando al fin me mate.
Salgo con el cuerpo adolorido, buscando algún arma con la cual cortarme el cuello. Veo un cuchillo en una mesa. Nadie me presta atención cuando lo cojo, o eso creo. Lo agarro con determinación y estoy por tirar con fuerza directo al pecho, pero recibo un golpe que me tira al suelo. El cuchillo se me cae de las manos y alguien lo patea lejos.
Poe es el que se lanza encima de mí y me golpea varias veces. Quiero que lo haga más fuerte, porque así no va a conseguir matarme. Alguien lo detiene y se lo llevan lejos. Yo siento el líquido cálido cubrirme el rostro y cierro los ojos. Me duele mucho el corazón en este momento, así que estos rasguños se sienten como cosquilleos.
—¿Entonces, ella lo sabía todo? —murmura alguien, creo es Elián. Mis ojos lo buscan y lo veo con una carta arrugada. El sobre se le ha caído al suelo—. ¿Ella sabía lo que pasaría y no nos dijo nada?
La mención de Nina me despierta y consigo fuerzas para levantarme y arrancarle lo que sea que tenga en las manos.
Encuentro la letra de Nina y empiezo a leer. Está dirigida a Poe. Le pide ir por mí porque ella ya está muerta. Dice que me ha dejado allí y que él debe asegurarse de que yo viva.
Quiero que sea un error. Me tallo los ojos para asegurarme que estoy leyendo lo que creo que es.
Me menciona como el nuevo guardián de Aurel. Todos los demás también lo son. Porque Aurel es el recipiente que unifica a todos los Arcontes. El trozo completo.
Sólo faltaba yo, dice donde encuentro la tinta desparramada por una lágrima. Cuando yo muera, mi alma será absorbida por él. Viviré en él.
Para mí no tiene ningún sentido. Nada tiene sentido en este momento. No parece real. Todo es un desastre.
Poe, te convertirás en mi cazador en otra vida.
Liam, podrás ser un guardia, Aurel te pondrá en mi camino y nos volveremos a ver.
Si alguno de ustedes prefiere otro tipo de vida, una más tranquila, solo necesita recitar las líneas del reverso, en alto, ante Aurel. Él los dejará ir e incluso tendrán oportunidad de ser más felices. Ésta no es la vida que yo quisiera para ustedes. Nuestras almas están atadas. Mis siete esposos, mi cazador incluido, todo siempre se repite. Una y otra vez, pasamos por los mismos desafíos. Estamos condenados en un bucle.
Siempre fue sólo un juego por ver quién es el favorito en esta vida.La mitad de lo que está escrito no lo comprendo. Le doy un vistazo al reverso, está el rito que libera nuestro destino. Una especie de divorcio.
El papel se me cae al suelo. Siento que pierdo la razón.
¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿De verdad tengo que cuidar a ese niño? Odio la idea. Me siento traicionado.
Salgo de la habitación y busco al niño. Lo encuentro recostado en su cuna, en mi habitación. Está durmiendo tan tranquilo.
Él se siente distinto. A su presencia se ha sumado la que solía sentir en Nina.
Me arrodillo. La sensación de ser su esclavo es más fuerte ahora.
Lo odio.

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Eloína
Viễn tưởngNina es la Arconte de Râqîa, una ciudad donde la paz y la armonía reinan. Su deber es proyectar su alma al mundo espiritual y vigilar que todo esté en orden. Pero Nina odia su trabajo. Le parece aburrido, solitario y doloroso. Ella solo quiere ser u...