La Navidad transcurrió como todos los años: familiares en casa al igual que viajes exprés para visitar a la familia, cenas copiosas, regalos para entregar y recibir, decoración navideña por toda la casa, clima frío, vacaciones y esperanza de que nevase aunque nunca lo hacía.
Respecto a las calificaciones del primer trimestre del curso, sinceramente, fueron lo que me esperaba. Me habría gustado que hubiesen sido más altas, pero con todo el tiempo que empleé en los entrenamientos y en la misión, lo hice lo mejor que pude. Suspendí cinco de diez asignaturas y eso a mis padres no les gustó nada, sobre todo a mi madre, pero prometí recuperarlas en el segundo trimestre. Y fuera de eso, yo misma me propuse ponerle más empeño a los estudios. Además, con la misión ya completada tenía más tiempo para sacar el curso adelante.
En cuanto todo eso pasó, mis amigos y yo no tardamos en reunirnos en el descampado para inaugurar el año en condiciones. Hicimos una fogata y comentamos, entre otras cosas, los maravillosos regalos que nos hicieron, anécdotas y situaciones graciosas que nos sucedieron durante aquellas fechas tan especiales. No faltaron risas y disfrutamos a lo grande, y a nuestra manera, la primera quedada del año.
Días más tarde nos reunimos las cuatro personas que permitimos que todo lo anterior tuviera lugar al haber asentado el orden en nuestra realidad y la de los sueños, pues nos quedaba una visita pendiente.
—¡Hey! Feliz año nuevo.
Diego y Dominic nos sonrieron nada más abrirnos la puerta de La Sede. Se alegraban de vernos, igual que nosotros a ellos.
—Feliz año nuevo. —Kai devolvió el saludo con su usual buen humor.
—¡Cuánto tiempo, chicos! —Georgia se alegraba de verlos; su amplia sonrisa lo demostraba.
—¿Qué tal? —pregunté también muy contenta de reunirnos. Estaba entusiasmada por lo que habíamos venido a hacer.
—Un poco saturado de las fiestas, pero bien —contestó Dominic a la vez que se hizo a un lado para dejarnos entrar.
—Pues yo viviría en la Navidad todo el tiempo. Vacaciones y manjares, ¿qué más puedes pedir? —fantaseó Diego, con una opinión muy distinta a la de Dom. Él también dio un paso hacia atrás, invitándonos a pasar.
—Diego sí le sabe —comentó Kai, apoyándolo—, aunque te han faltado los regalos.
—Gracias —respondió Georgia al acto mientras se adentraba a La Sede, detrás de Kai y seguida por mí.
—Estáis en vuestra casa —le respondió Dom con toda la familiaridad del mundo.
Cuando llegamos a la sala central donde se encontraban los sillones y el ordenador, Kai, Georgia y Diego se actualizaron sobre sus vacaciones y de todo lo ocurrido en sus vidas desde la última vez que nos vimos. Aquello nos proporcionó cierta privacidad a Dominic y a mí. Ellos y el resto de mis amigos ya sabían que estábamos juntos porque se lo dije al poco tiempo de hacer lo nuestro oficial.
—¿Cómo has estado, conejito?
Estábamos de pie junto al escritorio, mientras los demás charlaban sentados en los sillones. La mano de Dominic agarró la mía y sus ojos hicieron contacto con los míos. Era tan reconfortante volver a ver ese color tan vivo de sus iris.
—Genial. Las vacaciones me han servido para desconectar de todo y volver con más fuerzas —contesté—. No me malinterpretes, he disfrutado mucho de la compañía de mi familia —rompí el contacto visual para bajar la vista hacia nuestras manos unidas—, pero te he echado en falta.
—Créeme que yo también.
Y sin nada más que añadir, puso su mano libre en mi mentón y lo alzó obligándome a mirarlo otra vez. Él se acercó eliminando cualquier distancia entre nosotros y selló sus labios sobre los míos. El beso mandó corrientes eléctricas por cada uno de mis nervios y fue la chispa que necesitaba para propulsarme un poco más arriba, en las nubes. Aunque duró menos de lo que me hubiera guastado, porque al graciosillo de turno le encantaba estropearlo todo.

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MÁS QUE UN SUEÑO
General FictionCuando el verano finaliza y da paso al otoño, todo parece cambiar para Norah y sus amigos justo en el momento en el que ella encuentra algo que no estaba allí antes. Algo que parecía tan insignificante, pero que resultó tener cierta importancia. Al...