Capítulo 24: Llamada entrante.

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Todavía no podía creerlo. Por un lado, estaba feliz porque finalmente iba a pasar mas tiempo a lado de Finn, sin embargo, no podía dejar de lado que había besado a Jack. Y tampoco sus últimas palabras: "Algún día serás mía."

Finn me había tomado la mano, y nuestras manos estaban entrelazadas. No podía creer que Jack había accedido irse en lugar de Finn. Necesitaba hablar con él.

**

-¿Me pasas las palomitas? -pidió Finn, mientras acomodaba las almohadas a su al rededor.

Me estiré y alcancé el bowl para él.

-Entonces, ¿no crees que tus papás se den cuenta? Es decir, yo me di cuenta. -comenté.

-Nah -dijo, mientras se llevaba un puño de palomitas a la boca.- Obviamente tendré que ser cuidadoso, especialmente en mi forma de ser. Sabes que aunque somos gemelos idénticos tenemos nuestras diferencias muy marcadas. Pero no, no creo que lo noten. Y aunque lo notaran, es demasiado tarde para que Jack regrese y yo me vaya.

Me dejé caer a su lado, y enseguida me rodeó con su brazo. Me recargué en su pecho, mientras él le ponía "play" a la película que estábamos a punto de ver.

-De cualquier modo, me alegra que seas tu el que estés ahora conmigo. -dije, mirándolo a los ojos.

-Yo también. -dijo, besando mi frente y estrechándome aun mas.

**

No podía decir que era igual que antes de que se fuera, ya que a pesar de que Finn había cambiado, tenía que actuar tal como Jack, y esa obviamente era muy diferente a su personalidad.

Habíamos patinado juntos hacia el colegio, e incluso convivimos en las clases en las que coincidíamos, que por cierto eran la mayoría.

En química me pasaron una nota de parte de "Jack".

"¿Noche de películas hoy?"

Busqué su mirada a través del salón, y cuando la encontré ya estaba posada en mi.

Sonreí y asentí. Él me devolvió la sonrisa, para después seguir con una serie de caras graciosas que sabia me harían reír.

**

Dejé mi patineta, y toque la pared de ladrillos de la casa de Finn. De pronto me vinieron a la mente un millón de memorias, algunas incluían a Finn, otras a Jack, algunas mas a ambos.

-¿Vas a pasar, o no? -preguntó Finn, en la entrada de su casa, con la puerta abierta.

Sonreí y me acerqué a él, lo abracé ligeramente y lo guíe hacia la acera para sentarnos.

-¿Cuál es tu memoria favorita conmigo? -pregunté, después de un rato de silencio.

-Hmmm... Tengo muchas. No creo que pueda escoger solo una. -contestó.

-No importa. Dime la primera que se te venga a la mente.

Finn se tomó su tiempo. Tenía el ceño ligeramente fruncido, lo que me dejaba ver que realmente estaba pensándolo con seriedad.

-Una de mis favoritas es sin duda cuando pintamos mi habitación hace un par de años. Tu insistías en usar un verde menta, pero yo quería un azul mucho mas oscuro. Al final terminamos usando los dos colores, ¿recuerdas? A decir verdad, nos quedó mucho mejor de lo esperado.

Enseguida recordé ese momento. Recordé los brochazos que nos dimos mutuamente, cuanta pintura habíamos desperdiciado manchándonos el uno al otro. Una sonrisa se dibujo en mi rostro.

Los hermanos Harries.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora