Capítulo 28: ¿Qué demonios?

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- ¿Segura que te encuentras bien? Parece como si fueras a estallar de un momento a otro. -comentó Finn.

Asentí con la cabeza, pero apenas aquel ligero movimiento hizo que todo a mi alrededor diera vueltas.

-Es la primera vez que he estado encerrada en un avión por tantas horas. Tu sabes que normalmente lo disfruto, pero no sé qué me pasa esta vez. -dije, mientras me masajeaba las sienes.

- ¿Por qué no te paras y caminas un poco? Te servirá para despejarte y, no es por asustarte, pero todavía nos faltan unas buenas cinco horas de vuelo. -Terminó con la sombra de una sonrisa en la comisura de sus labios.

Le miré de mala gana, pero decidí tomar su consejo y despejarme un poco.

Apenas había caminado unos pasos, cuando un par de niñas no mucho menores que yo se acercaron por el pasillo cuchicheando y diciéndose cosas al oído mutuamente. Intenté pasarlas de largo sin darles importancia, pero justo cuando nos cruzamos, una de ellas me detuvo.

- ¿Disculpa?

La miré y sonreí, pero no contesté. Era una de esas ocasiones en las que sentía que mi dolor de cabeza terminaría haciéndome matar a alguien.

-Vienes con el chico de allá, ¿verdad? -volví a asentir. - Bueno, mi amiga y yo nos preguntábamos si puedes darnos el número de tu hermano, para...

-No es mi hermano... -contesté, confundida.

No había nada parecido, según mi criterio, entre Finn y yo. De acuerdo; mis ojos también eran verdes, pero los míos eran de un verde corriente, mientras que los de mi supuesto "hermano" eran de un tono precioso y único, con motas de tonalidades verdes más claras e incluso un poco de un tono marrón.

También se me vino a la mente que probablemente nadie distinguía esas pequeñas diferencias porque, claro estaba, nadie había visto sus ojos de tan cerca como yo.

Así que les sonreí. Y decidí alejarlas de una vez por todas.

- De hecho, soy su novia. -me sobresalté yo misma al decirlo en voz alta. No sé qué éramos en ese momento Finn y yo, pero no éramos novios. Todavía.

Las chicas me miraron atónitas, y poco a poco sus mejillas se fueron tornando cada vez más rojas al comprender la situación.

- ¿Algo más en lo que pueda ayudarles? -Ambas negaron con la cabeza, y yo les sonreí una vez más, para después retirarme.

Regresé a mi asiento junto a mi "novio."

- ¿Tan rápido haz vuelto? -preguntó, y me miró tímidamente.

-He tenido suficiente. -dije, y le di un beso rápido en la punta de su nariz, asegurándome que las chicas estuvieran viendo.

**

Cuando recogíamos las maletas, el señor Harries mencionó que Finn ya estaba en el aeropuerto para recogernos. Intercambié una mirada rápida e incómoda con el verdadero Finn.

Salimos del aeropuerto buscando todos al supuesto Finn, pero no lo encontrábamos. Hasta que volteé, y lo encontré justo detrás de mí, con un ramo de tulipanes hermosos y una sonrisa radiante.

En primer lugar, me sorprendió que recordara cuando le mencioné que mis flores favoritas eran los tulipanes, y que "apreciaría mil veces más un ramo de tulipanes que de rosas."

Tampoco pude dejar de lado el hecho de que se veía cambiado, pero extremadamente guapo. Llevaba el cabello ligeramente más largo y unos tonos más claro, y de alguna forma se veía más atractivo. Además, a pesar de que vestía de forma casual, se veía mil veces más arreglado que cualquiera en el aeropuerto. Probablemente era también por su piel, antes pálida, que ahora había adquirido un tono dorado.

Los hermanos Harries.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora