Los hermanos Harries.

Capítulo 27: América.

                  

Claro que lo había considerado, ¿saben? ¿Por qué tener que elegir entre Jack, Finn, o incluso Chris habiendo tantos chicos no solo en el mundo, si no en Londres?

Pero muy en el fondo, sabía que ya había tomado mi decisión, aunque no me gustara aceptarlo.

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-Por favor, admítelo de una vez Allison. No existe ni la más remota posibilidad de que conozcas Star Wars mejor que yo. -siguió discutiendo Finn.

-Lo mismo dijimos con How I Met Your Mother, y, ¿podrías recordarme quién ganó la trivia? -respondí, sonriendo maliciosamente.

Él simplemente negó con la cabeza y sonrió de medio lado. Esa estúpida sonrisa de medio lado que él sabía, me enloquecía.

-Tengo algo que decirte, Al. -dijo, repentinamente serio.

Me volví para mirarlo fijamente, y esperé a que dijera algo.

-Sabes que el cumpleaños de Emmy está muy cerca...

-Sí, y creo que he encontrado el regalo perfecto. -interrumpí-. Encontré en línea una pecera que va de maravilla con su habitación, en las orillas...

-No, ese no es el punto. -sonrió-. No te he dicho que planeamos hacer en su cumpleaños...

Hasta ese momento me di cuenta que era cierto.

-Tienes razón. ¿Crees que prefiera el restaurante junto al lago, donde puedes alimentar a los gansos, o la hamburguesería en el centro, donde los meseros usan patines? -pregunté, mientras me dejaba caer en la cama de Finn.

Rodó los ojos y negó con su cabeza.

- ¿Te has dado cuenta que no me has dejado terminar un solo enunciado en todo el rato? -dijo, mirándome frustrado.

Solté una carcajada y me tapé la boca, indicándole que ya no pensaba interrumpirlo más.

-Gracias. -dijo, e hizo una reverencia exagerada. -  Bueno, exactamente lo mismo le pregunté a Emmy ayer durante la cena, y resulta que mis papás ya tenían planes.

- ¿Y cuáles son...? -dije inconscientemente, para justo después volver a colocar mi mano sobre mi boca, no sin antes sonreír.

- ¡Nos vamos a visitar a Jack! -gritó. - Es decir, a Finn, vamos a visitar a Finn.

La noticia me tomó por sorpresa. No pude evitar sentirme mal al pensar que no celebraría el cumpleaños de la pequeña Emmy Lou con ella.

-Que se diviertan. Normalmente diría que saludes a Jack de mi parte, pero de echo te pediré que lo patees un par de veces de mi parte.

Finn rió y se aceró a la orilla de su cama.

-Creo que no has entendido, Al. Tu vienes con nosotros.

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-En dos días. -confirmé por teléfono, con Emily, mi mejor amiga con la que me había distanciado hacía algunos meses sin razón aparente.

-Bueno, ellos sí que no pierden el tiempo. ¿Ya tienes tu equipaje hecho?

-Negativo. Es algo complicado, ¿sabes? El invierno en california es mucho más caluroso que el verano aquí, no tengo, literalmente, nada que llevar.

-Pero si para eso vas a América, querida. De compras. Llévate un par de cosas, pero deja mucho espacio libre en tu maleta, para que de regreso puedas meter todas tus compras. -Emily había viajado varias veces a América. Sin duda sabía de lo que hablaba.