Capítulo 6: Soulmates.

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Me tiré en la mi cama y grité en almohada hasta sentir que me quedaba sin voz. No sabía en qué momento había empezado a llorar, pero ahora no podía parar.

De pronto me senté, me tranquilicé e intenté pensar claramente; llorar no arreglaría ningún problema y lo único que provocaría sería un par de ojos rojos.

Así que me levanté y me dirigí al baño, me lavé la cara y me cambié de ropa. Una vez más tranquila, y lista, tomé mi teléfono celular y le mandé un mensaje a Emily.

<<Allison, 4:02>>

¿Tienes algo interesante que hacer hoy?

<<Emily, 4:03>>

¿Netflix cuenta?

<<Allison, 4:03>>

Media hora. Café Mathers.

<<Emily, 4:04>>

Tú y yo. No lo pienses.

Reí y guardé mi teléfono en mi bolsillo.

**

Media hora más tarde estaba sentada en una esquina de la cafetería, aun iluminada por luz solar. Miraba a los ciclistas que pasaban por la calle, o a la mesera que cada vez estaba más apurada, o incluso a mi misma en el reflejo de la ventana.

¿Conocen la sensación de creer que estás perdiendo a alguien a quien amas? Llámese novio, novia, mejor amigo o amiga, o incluso familiar, por cualquier motivo. Esa impotencia de no poder hacer absolutamente nada, debido a que no sabes el motivo por el que estás perdiendo esa pequeña porción de tu vida. Las noches pasan más lentas, tal vez a propósito, para que le des tantas vueltas a su relación como sea posible. El poco tiempo que pasas con ellos ya no es “eterno” como antes, nada es igual…

-Hasta que te dejas ver, mujer. –Emily me sacó de mis pensamientos.

-Hola. –Sonreí tímidamente y señalé el vaso que estaba sobre la mesa. –Me adelanté y te compré lo de siempre.

Emily asintió y me miró fijamente.

Enarqué ligeramente las cejas.

-¿Qué pasa? –pregunté.

-Eso mismo me pregunto. ¿Con quién te peleaste?

-¿Cómo dices? –pregunté, haciéndome tonta.

-Finn, ¿Cierto? ¿Qué pasó?

Me encogí de hombros. Le había hablado para intentar desahogarme, pero ni siquiera sabía cómo empezar.

-No sé por dónde empezar…

-¿Por el principio, quizás? –sonrió burlonamente.

Sonreí y asentí ligeramente. Le conté todo, desde la ida al parque de diversiones hasta la noche con Jack (que mal se escuchaba eso), y posteriormente el incidente con Chris y la pelea con Finn.

-¿Chris esta bueno? –preguntó, sin siquiera dejarme terminar el relato.

-¡No me dejas terminar! –dije, no sin antes soltar unas cuantas carcajadas.

-No, es enserio. ¿Está bueno? –dijo, abriendo mucho los ojos.

-No lo sé, yo no me fijó en eso…

Emily levantó las cejas, en plan “no te creo ni una quinta parte”.

-Sí, esta bueno. –ambas reímos ante mi declaración hasta no poder más.

Los hermanos Harries.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora