Los hermanos Harries.

Capítulo 21: ¿Mejores amigos?

Sin pensarlo dos veces, corrí hacia él mientras sentía como las lagrimas comenzaban a rodar por mi rostro.

Lo rodee con mis brazos, y él me rodeó a mi. Aunque en un principio él me sostenía, hubo un momento en el que ambos nos sosteníamos.

Sentí como él también lloraba, como a pesar de estar lo mas cerca que podíamos, Finn todavía intentaba acercarme mas a él.

Finalmente, después de lo que parecía una eternidad, nos separamos. Lo miré fijamente y sonreí. Probablemente mi primera sonrisa verdadera en mucho tiempo. Finn me devolvió la sonrisa, y me limpio la última lágrima que rodaba sobre mi mejilla.

-Parece como si no estuvieras feliz de verme, Al.

Lo golpee ligeramente en el hombro. Dejé escapar una leve risita.

-Podría jurar que soy la persona más feliz del mundo en este momento.

**

Eran al rededor de las cuatro de la mañana, y era la tercera vez que la madre de Finn nos había pedido que bajáramos el volumen de nuestra conversación.

Ya habíamos pasado por todas las etapas posibles. Emoción, nostalgia, incluso un poco de enojo.

Ahora estábamos en nuestra etapa de simpleza. Literalmente, todo, nos mataba de risa.

-¿Recuerdas esa vez en la que Jack se estrelló contra un poste de luz? -me recordó Finn.

Estallé en carcajadas.

-¿Cómo olvidarlo? Hay que admitir que era su primera vez en su patineta, y no tenía experiencia, y... -la risa no me permitió seguir hablando.

-Tuvo ese moretón en la cara por más de un mes.

Estábamos sentados en la cama, pero Finn se movió hacia atrás al reírse y de un momento a otro estaba en el piso.

Reía tan fuerte que incluso se me fue el aire, y Finn se encontraba en las mismas situaciones.

De pronto, me jaló del pie y me encontré en el piso también, aunque justo encima de él.

Todavía sonreíamos, y reíamos tanto como nuestros pulmones nos lo permitían. Ni siquiera noté lo cerca que estábamos el uno del otro.

La mirada de Finn cambió, y noté que el ambiente cambiaba también.

Sin darle demasiadas vueltas al asunto, hice el espacio que quedaba entre nosotros inexistente besándolo lentamente.

**

Había perdido la noción del tiempo, no recordaba cuanto tiempo llevaba besando a mi mejor amigo... ¿Qué demonios?

De pronto escuchamos girar la perilla de la puerta de la habitación, y me pregunté por qué la mamá de Finn vendría a callarnos si hacía rato que no hacíamos ruido.

Se abrió la puerta y un instante después me separé de Finn. Demasiado tarde como para que Jack nos viera juntos.

**

Se quedó atónito, aun en la puerta sin saber muy bien como reaccionar, o qué decir.

Abrió y cerro varias veces la boca. Llevaba el cabello despeinado, y parecía que acababa de despertarse.

Me miró fijamente a mí, después a Finn, al cual estaba segura de nunca haberlo visto tan rojo.

Finalmente desvió la mirada.

-Allison, dejaste tu celular en la sala. Estaba sonando. -dijo, a la vez que se acercaba a una mesa para dejar mi celular. Dioó media vuelta, y cerró la puerta tras de sí.