Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)

VI

El sol brillaba en lo alto del cielo, creando una atmósfera apacible en la concurrida calle por la que Chiara caminaba, se notaba que era domingo ya que las familias paseaban juntas por las calles desprendiendo una tranquilidad típica del último día de la semana. Las risas y el bullicio de la gente parecían lejanos mientras su mente divagaba en pensamientos cotidianos. Había quedado con Paul en el centro para tomar un café, le había prometido escuchar la demo de la canción que estaba componiendo.

Sin embargo, en un instante, todo cambió. Entre la multitud, sus ojos se encontraron con una figura que desencadenó un torbellino de emociones.

El reconocimiento golpeó a Chiara como una ola, haciéndola detenerse en seco. Era esa persona, alguien de su pasado cuya sola presencia le generaba un temor profundo. Un nudo se formó en su estómago, y su corazón comenzó a latir desbocado. Se quedó paralizada y notaba el frío subir por su espalda hasta el cuello, poniéndole la piel de gallina.

La figura continuaba su camino ajena a la presencia de Chiara. La urgencia de evitar un encuentro no deseado la impulsó a buscar refugio, y sin dudarlo, se adentró en el callejón más cercano. Las sombras del estrecho pasaje se cerraron a su alrededor, proporcionándole un escape momentáneo del rostro del miedo.

Apoyada contra la pared, Chiara intentaba controlar la agitación de su respiración. Cada sonido en el callejón resonaba con una intensidad inusual, mientras la ansiedad se apoderaba de sus sentidos. Las sombras parecían adquirir formas amenazantes, y la tensión en el ambiente se volvía palpable.

Desde su escondite, Chiara observaba cómo la figura temida seguía su curso sin notar su presencia. El alivio momentáneo se mezclaba con la preocupación persistente. Cualquier descuido podía desencadenar un encuentro no deseado, y la vulnerabilidad la envolvía como un manto oscuro.

Decidió recurrir a Martin, su confidente de confianza.

-He's back. I found him. -se dió cuenta al momento de enviar el mensaje de que su cerebro se había olvidado de traducir, y escribió de nuevo. -Ha vuelto. Me lo he encontrado. -escribió con dedos temblorosos, dejando que la urgencia y el nerviosismo se reflejaran en sus palabras.

Cuando estaba nerviosa, agobiada o simplemente cuando su boca iba más rápido que su cerebro se olvidaba de traducir, ya que Chiara se había criado hablando inglés y muchas veces su subconsciente le traicionaba. Cada segundo de espera se volvía eterno, y la respuesta de Martin se convertía en su ancla en medio de la tormenta emocional.

El tiempo transcurría lentamente, y Chiara anhelaba la seguridad que solo la respuesta de su amigo podría proporcionarle. Mientras aguardaba en las sombras del callejón, su mente se llenaba de recuerdos y temores. La esperanza de evitar un encuentro no deseado se entrelazaba con la tensión del momento, creando una atmósfera cargada de emociones y un miedo palpable.

-Chiara cariño, tranquila. ¿Dónde estás? ¿Va todo bien? -Leyó la morena en la pantalla del móvil. Tardó un par de minutos en terminar de relajarse lo suficiente como para poder escribir a su amigo y responderle.

-Si, me he metido en un callejón. Vi como se marchaba hace unos minutos -Respondió Chiara

Un silencio se apoderó del lugar en el que se encontraba hasta que la vibración de su móvil la sacó del trance en el que se encontraba.

-Chiara

-Hola Martin -respondió la morena sin ningún ápice de emoción en su voz.

-Dime dónde estás y llegaré enseguida

-Te mando la ubicación ahora

Los minutos se estiraban como horas en el callejón, y Chiara, con el móvil aún en la mano, esperaba la llegada de su amigo. El sonido de pasos resonó en la entrada del callejón, y al girar la cabeza, vio a Martin, con una expresión de preocupación, acercándose rápidamente.