Chiara llegó a la universidad con la guitarra al hombro y un torrente de prisas que la llevaba directa a su primera clase. Los pasillos rebosaban de estudiantes que se apresuraban en todas direcciones, y el bullicio típico del inicio del semestre llenaba el ambiente. Mientras avanzaba velozmente, la morena se abría paso entre la multitud con determinación.Sin embargo, la velocidad no siempre era aliada de la gracia, y en un instante de distracción, los pasos de Chiara se enredaron con algo en el suelo. Sabía que la caída era inminente, y ante la perspectiva de un desastre inminente, cerró los ojos, preparándose para el impacto.
En ese preciso momento, unos brazos suaves y seguros la rodearon, impidiendo la colisión inevitable. Chiara, aún con los ojos cerrados, se sorprendió al sentir que no caía al suelo.
Al abrir los ojos, la imagen de la chica pelirroja que se había cruzado en la estación emergió ante ella. Violeta, con una sonrisa en el rostro, la sostenía con firmeza.
-¡Vaya, parece que tienes un don para tropezarte conmigo! -dijo Violeta con alegría, manteniendo a Chiara erguida.
Chiara parpadeó, sorprendida por el giro inesperado de los acontecimientos. La vergüenza inicial se transformó en alivio y gratitud.
-Pues eso parece si, I'm sorry. -respondió Chiara, aún procesando la situación y las mejillas aún coloradas.
-Violeta, encantada. Y estoy muy bien, gracias. ¿Tú estás bien?
Chiara asintió, aún sonriendo por el encuentro inusual.
-Si, gracias a ti, no sé cómo agradecerte. Soy Chiara, por cierto.
Violeta rió suavemente, liberando a Chiara de su abrazo protector.
-Violeta. Un placer. ¿Te has hecho daño? -La pelirroja le preguntaba con tono divertido en la voz.
-No, estoy bien y gracias a ti. Me encantaría seguir hablando contigo, pero llego tarde a mi primera clase, pero te debo una conversación. -añadió Chiara con una sonrisa.
-Entonces, no te retengo más. Buena suerte en tu primera clase. Y ten cuidado con esos pasillos, si vuelves a caerte no habrá nadie para evitar tu caída. -terminó Violeta guiñándole un ojo.
Chiara le lanzó una mirada divertida antes de apresurarse hacia su destino, agradeciendo internamente a la chica pelirroja por haber evitado una situación incómoda. Aunque la belleza de Violeta no había pasado desapercibida para la ojiverde.
Mientras Chiara se perdía entre la multitud, Violeta observó su partida con una sonrisa. Con buen humor, Violeta se encaminó hacia sus propias clases, sabiendo que el día aún le deparaba más sorpresas.
-¿Tu que? -preguntó Juanjo con una sonrisa pícara.
-¿Que pasa? -respondió Violeta con inocencia.
-¿A que ha venido lo de esa chica?
-Se llama Chiara, me encontré con ella hace unos días en la estación, fue un encuentro casual -añadió sin entender por donde iba a salirle su amigo.
-¿Casual? Parecía más un encuentro de telenovela. Dime, ¿Qué tiene esa chica que te hace participar en dramas espontáneos? -Preguntó Juanjo con su característico levantamiento de ceja
-No es así en absoluto. -rió Violeta. -Nos tropezamos y...
-Y de repente estabais actuando una escena de amor y despedida. Muy convincente, debo decir. -interrumpió el chico
-Wow, me parto contigo Juanito
-Ya veo, deberías considerar cambiar de carrera a actriz. -añadió el chico bromeando.
ESTÁS LEYENDO
Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)
أدب الهواةVioleta y Chiara dos chicas que han descubierto que algunas veces el destino es caprichoso , y ellas lo vivirán en primera persona.