XIV

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Acababan de llegar al bar, Violeta estaba mucho más tranquila después del abrazo y haberse disculpado con Chiara, trataba de sumergirse en el bullicio del grupo, intentando disolver las tensiones de la noche anterior. Sin embargo, la conexión con Chiara persistía, como un hilo invisible que las unía más allá de las palabras.

A medida que avanzaba la tarde, Violeta notaba como sus ojos buscaban los de Chiara con frecuencia, como si estuvieran conectados por un imán invisible. Era una sensación agridulce, una danza de emociones que intentaba ignorar, recordando las palabras de Juanjo resonando en su cabeza.

Decidieron ir a tomar algo a un bar cercano. Se sentó enfrente a Juanjo y Martin, a su lado tenía a Alex y a Chiara. Cuando el camarero llegó Violeta pidió una cerveza.

Su teléfono vibró, anunciando un mensaje entrante. Al ver que era de Julia, su corazón latió con cierta ansiedad. La pantalla iluminó la inminente tormenta emocional, entre bocanadas de humo, Violeta abrió el mensaje.

-Necesito hablar contigo un momento, tengo un pequeño problema -Leyó la pelirroja

-Como no... -escribió

-Este finde tampoco puedo ir a casa, tengo una exposición el lunes en la Uni y tengo que quedarme a prepararla con mis compañeros

La realidad se desplegó ante ella de manera abrupta, y la distancia parecía extenderse como un abismo insalvable.

El humo de su cigarrillo se entrelazó con el aire mientras Violeta leía las explicaciones de Julia. Una mezcla de frustración y enfado navegaban en su interior. Al terminar de leer el impacto de la noticia la llevó a soltar un suspiro cargado de decepción.

-¿En serio, Julia? Podrías hacerlo por videollamada si realmente quisieras. No sé qué esperas que haga yo aquí -escribió Violeta, sintiendo cómo la rabia se filtraba en cada palabra.

-Amor, lo siento mucho. De verdad, sabes que me encantaría poder ir y estar las dos juntas -leyó

-Lo sientes mucho, pero al final siempre soy yo a la que dejas como tu última alternativa                  -escribió con rabia. -De puta madre Julia, si si. Déjalo, ya iremos hablando si eso.

Los mensajes acabaron con Violeta apagando su móvil decidida a no volver a encenderlo en toda la noche. Con el móvil ya apagado Violeta se quedó mirándolo con el humo del cigarrillo como única compañía. La idea de mantener una relación a larga distancia, ya de por sí era complicada, pero se volvía más insoportable con cada excusa.

Las emociones desbordaban a Violeta mientras se quedaba sumida en sus pensamientos. La idea de mandarlo todo a la mierda resonaba en su mente como una melodía tentadora. Sin embargo, el nudo en su pecho reflejaba la complejidad de sus sentimientos, dejándola en un mar de indecisiones y frustración.

Desde que Julia se había mudado sentía que ya no pintaba nada en su vida, y que a ella le importaba lo más mínimo, Violeta decidió olvidarse de Julia esa noche. Y como si de el destino se tratase notó la mirada de Chiara fijada en ella. Los ojos de Violeta se iluminaron cuando se encontraron con el verde de los de la inglesa, y le dedicó una sonrisa.

-¿Te gusta lo que ves? -bromeó mientras acariciaba su propio rostro, vacilando a Chiara por su indiscreta observación.

-No te lo creas tanto, solo quería que dejaras el móvil y te unieras a la conversación. Estás siendo una sosa. -respondió Chiara, desafiante pero con una sonrisa juguetona.

-¿Así que crees que soy una sosa? -dijo Violeta llevando una mano a su pecho fingiendo decepción, iniciando un tonteo visible.

-Bueno... depende del momento. Pero si, en este momento si lo eres -confesó la morena sin perder la oportunidad de vacilar.

Sin que Chiara se percatara, Violeta deslizó su mano por encima de la mesa hasta alcanzar un bol de cacahuetes. Con una rápida y hábil maniobra, lanzó uno hacia Chiara.

-¡Eeehhh! ¿What are you doing? -Protestó la inglesa dándole un golpe en el brazo

A Violeta le encantaba cuando Chiara hablaba en inglés y estalló en risas, justificando su acción:

-Esto va por decirme que soy una sosa y por la patata frita de ayer -dijo señalando a Chiara con el dedo fingiendo seriedad-

Violeta notó como Chiara se estremecía, debía de tener frío. Así que en un impulso de valentía puso las piernas de la morena encima de las suyas para darle algo más de calor, a lo que Chiara respondió dedicándole una sonrisa. Violeta sentía como estar cerca de Chiara le transmitía tranquilidad.

Después de un buen rato y un par de cervezas las interacciones con la morena se volvieron más intensas. De camino a casa le dejó su chaqueta a, la cúal le agradeció con un beso en la mejilla.

El frío de la noche y las múltiples cervezas que llevaba encima le sirvieron para para poder pensar e ir un rato en silencio al lado de Alex por la calle. Esa noche sin contar el percance con Julia se había sentido muy bien, Chiara le transmitía una tranquilidad extraña que no se esperaba encontrar en aquella chica que no paraba quieta, además le parecía monísima, era una mezcla entre una princesa Disney y una cantante de Rock de los 60s. Pero... ¿realmente esto era justo? ¿Era justo estar así con Chiara teniendo novia? Pero por otra parte ¿era justo que ella fuera la única que estaba sufriendo por su relación? ¿Era justo todo esto? No lo sabía, pero esa noche estaba dejándose llevar esperando que eso le ayudase a aclararse.

Chiara iba detrás suya con Ruslana, y cuando esta última estaba despidiéndose de la inglesa Violeta aprovechó el momento para hablar con Alex.

-Ah sí Alex, una cosa antes de que venga Chiara. -Dijo para acercarse ahora más a su amigo.

-Si, dime  -contestó él con una sonrisa.

-Como le hagas daño a Denna te mato, que lo sepas -anunció Violeta.

Alex, que no se esperaba la confesión de Violeta se quedó unos segundos mirándola serio.

-Lo sé, tranquila.

El resto del camino parte de él lo hicieron entre los tres, Chiara, Alex y Violeta. Al principio la conversación fue algo más escueta debido a la charla de el chico y la pelirroja, pero debido a las ocurrencias de Chiara rápidamente todo fueron risas.

Se despidieron de Alex y continuaron el resto del camino.

Violeta y Chiara caminaban juntas por las calles silenciosas de la noche. La complicidad entre ambas era innegable, y el tonteo fluía como una corriente subterránea que conectaba sus miradas y gestos.

En un momento, llegaron a caminar tan pegadas que casi sentían el calor que emanaba de la otra, aunque sin llegar a tocarse físicamente. Violeta rompió el silencio con un susurro:

-¿Sabes una cosa? Nunca pensé que podríamos llevarnos tan bien y conectar de esta manera. Cuando nos encontramos la primera vez... -dijo Violeta, su voz se dejaba llevar por la suave brisa nocturna. Miró al cielo estrellado mientras evocaba aquel primer encuentro lleno de complicaciones, pero también de risas y alivio. -Yo estaba en una situación bastante complicada, pero desde el primer momento conseguiste hacerme reir, es increíble verdad?

Sin embargo, en lugar de obtener una respuesta, se encontró con un inesperado silencio. Violeta giró la cabeza hacia el lado de Chiara, pero la morena ya no estaba allí. El desconcierto se apoderó de Violeta, y su mirada recorrió el entorno en busca de cualquier rastro de la inglesa.

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Aquí os va otro capítulo, sigo malísima gente, así que hasta que me recupere intentaré subiros un capítulo al día, pero si me veo mejor os intento subir otro :)

A todo esto, estáis viendo todo el hate que le está cayendo a Chiara por haber salido favorita??? Últimamente la gente que ve OT está cucú de la cabeza de verdad que si...

Y nada más, feliz comienzo de año :)

Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora