Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)

XIII

De camino a casa Violeta le había dejado su chaqueta a Chiara cuando la morena debido al frío empezó a tiritar. La reportera iba delante suya hablando con Alex, Violeta era muy atenta con ella, y eso siempre hacía sacarle una sonrisa a Chiara, aprovechó que estaba detrás del todo y arrimó su cara al borde de la chaqueta, impregnándose del olor de la pelirroja.

-Sabes que eso no se suele hacer con una amiga ¿no? -Sorprendió Ruslana a Chiara. -Yo no voy pasando frío por dejarle la chaqueta a una "amiga" que acabo de conocer -dijo Ruslana haciendo el gesto de las comillas en la palabra amiga.

-Sincerely, no se que me pasa con ella, me sale solo actuar así. I don't know. -le confesó Chiara a su amiga.

-Pues no lo pienses, solo déjate llevar. Aún así ya quedaremos Martin tu y yo para ponernos al día. Porque parece que este curso os está sonriendo a los dos. -Terminó Ruslana dejando un beso en la mejilla de su amiga.

-Te quiero Rus. Mañana quedamos, ¿Vale?

Ruslana asintió con la cabeza y se despidió de Violeta y Alex ya que ya habían llegado a su portal.

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Violeta salió de su casa, se despidió de su gato con una caricia rápida y se subió a su coche. Mientras conducía hacia la ciudad, se sumergió en sus pensamientos, disfrutando del trayecto que la llevaba desde las tranquilas afueras hasta el bullicio urbano. Para muchos, vivir alejado del centro podía considerarse una complicación, pero para Violeta, cada kilómetro era un respiro.

Le gustaba el tiempo que dedicaba en el coche para reflexionar, para escuchar su música favorita y desconectar del estrés diario. El paisaje cambiante a través de la ventanilla, los árboles que se movían con la brisa y el sol que filtraba entre las hojas, todo contribuía a su sensación de calma. Aquel trayecto le permitía ordenar sus pensamientos antes de sumergirse en la vorágine de la ciudad.

Cuando llegó a casa de Juanjo le mandó un mensaje avisandolo de que estaba abajo, a los pocos minutos el chico atravesó su portal, se montó en el coche dedicándole una sonrisa y dijo:

-Hombre, buenos días a ti también. Dichosos los ojos. -Violeta rió ante el comentario de su amigo.

-Gracias Juanjo yo también me alegro de verte. -dijo con una sonrisa

Violeta arrancó el coche de nuevo manteniendo una conversación animada mientras se dirigían al lugar en el que habían quedado. Al cabo de un rato Juanjo adoptó una pose más seria.

-Oye Violeta, ¿qué pasó ayer cuando te quedaste a solas con Chiara? -preguntó el chico más serio de lo normal.

Violeta se sorprendió por esa pregunta e intentó no responder.

-¿Y tu como sabes que ayer estuve con ella?

-Hoy no viniste a clase, tampoco diste señales de vida. Estaba preocupado y me encontré con Chiara, Martin y Paul. Pregunté si alguno sabía algo de ti, Martin me dijo que cenasteis los 3 juntos, pero que Paul tuvo que marcharse y te quedaste con Chiara. Cuando iba a preguntarle a ella si sabía algo cogió y se marchó. Martin luego nos contó que ayer estuvisteis muy bien hasta que de la nada tu actitud cambió. -Su amigo terminó de contarle todos los detalles que Martin había dado.

Violeta se limitó a suspirar sujetando más fuerte de lo normal el volante.

-¿Es por eso por lo que hoy no has venido a clase? -Preguntó Juanjo, esta vez con un tono mucho más relajado intentando transmitirle confianza.