Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)

XXV

La mañana en casa de Chiara comenzó con la suave luz del amanecer filtrándose por las cortinas. Ruslana y Chiara compartían habitación esa mañana, cuando el sonido del despertador marcó el inicio de su nuevo día antes de enfrentarse a otro día de clases.

Después de unos bostezos y estiramientos, Chiara y Ruslana se levantaron. Se dirigieron al baño y mientras la pelinegra se duchaba Ruslana aprovechó para maquillarse. El agua caliente y el vapor llenaron el pequeño espacio mientras charlaban animadamente sobre sus planes para el día y que clases tendrían esa mañana.

Tras la ducha, Chiara se dirigió a la cocina dónde Ruslana preparaba el desayuno. El olor a café recién hecho y tostadas llenaba la estancia, creando un ambiente acogedor. Se sentaron a desayunar y compartieron risas y comentarios sobre cosas cotidianas.

En el camino hacia la universidad, el sol comenzaba a iluminar las calles. Ambas chicas caminaban juntas, disfrutando de la brisa matutina. Fue entonces cuando Ruslana, con una sonrisa traviesa, sacó a colación su tema favorito.

-Oye, ¿escuchaste algún ruido extraño anoche? -preguntó la pelirroja a su amiga.

Chiara la miró sin decir nada

-Ya sabes, Martin y Juanjo durmieron juntos. -dijo obvia Ruslana, provocando una risa cómplice entre ambas.

-No escuché nada fuera de lo común. -Negó la ojiverde con la cabeza divertida. -Por lo menos han tenido la decencia de no hacer ruido.

-Bueeno -Rió Ruslana.

-Nooo. What did you hear?? -preguntó Chiara sorprendida

-No escuché nada como tal. Pero si los sentí entrar al baño -confesó Ruslana

-Look, solo espero no ver esa imagen nunca -expresó la inglesa.

Ambas amigas se echaron a reír mientras caminaban.

-Me alegro mucho por Martin, ¿Tú qué opinas? -preguntó la pelirroja

Chiara reflexionó por un momento.

-Creo que Juanjo es un buen chico, un poco reservado, pero amable. And Martin... well, it's martin. Creo que juntos se complementan bien.

Al llegar a la universidad, se despidieron temporalmente. Chiara se encaminó hacia su clase y se sentó junto a Paul. Después de unos minutos de concentración tomando apuntes su amigo llamó la atención de la morena.

-Oye Chiara, una cosa. Dime,¿cómo estás? -preguntó Paul con tacto

-Mmm, bien. ¿por? -respondió extrañada

-Lo de ayer con Violeta y su novia. -habló su amigo.

-Paul...

-Yo no sabía qué hacer ni que decir y preferí dejarte tu espacio -explicó el moreno.

-Tranqui Paul -Chiara le sonrió, agradecida por la preocupación de su amigo. -Estoy bien, solo que ahora mismo no me apetece hablar de eso de nuevo -confesó Chiara mientras agachaba la mirada

Paul asintió comprensivamente.

-Claro, pero sabes que cuando necesites hablar. Aquí me tienes.

Chiara asintió en agradecimiento y se sumergió en la clase, tratando de concentrarse el resto del tiempo y dejar a un lado los pensamientos que la atormentaban.

Una vez finalizadas todas las clases del día salió al pasillo para encontrarse con el resto de sus amigos, se acercó a Ruslana y hablaron tranquilamente.
Hasta que vio acercarse por el pasillo una cara conocida.