Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)

XXXV

(Vale, antes de empezar con el capítulo quería aclarar una cosa por si alguien no sabe, y así poneros en contexto. Los terrores nocturnos son una cosa parecida a las pesadillas pero mucho más intensos. De hecho muchas veces estás tan sumido en la pesadilla que estando despierto sigues soñando, se dice que a diferencia de las pesadillas los terrores nocturnos se deben a vivencias pasadas, aunque también puedes tenerlo sin que sea por nada pasado.

Dicho esto puedes proseguir leyendo el capítulo, y ahora entenderás esta aclaración) :)

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Violeta se despertó al sentir pequeños movimientos constantes a su lado. Abrió los ojos lentamente y observó a su alrededor, notando que la luz que entraba por la ventana era considerablemente más tenue que cuando se había quedado dormida, lo que indicaba que habían pasado unas horas desde entonces.

Sin embargo, su atención fue rápidamente desviada al sentir otro espasmo, esta vez proveniente del cuerpo de Chiara. Instintivamente, se alejó ligeramente para observarla mejor. La británica seguía enrollada en su cuerpo, pero esta vez su rostro mostraba una expresión de angustia. Un par de gotas de sudor resbalaban por su frente, y en el hueco de su cuello que ahora estaba libre notaba la humedad que Chiara había dejado en aquel lugar.

Preocupada, observó a Chiara con atención, notando que la inglesa estaba teniendo una pesadilla. La ojiverde empezó a hablar en sueños, aunque más que hablar parecía que estaba suplicando.

-No... Please...Let me -Murmuraba en inglés entre pequeños sollozos.

Una lágrima se deslizó por su rostro mientras apretaba los ojos con fuerza, aferrándose más a Violeta en busca de consuelo mientras su cuerpo temblaba.

La reportera sintió un nudo en el estómago al presenciar el sufrimiento de la morena. Quería hacer algo para ayudarla, pero sabía que interferir bruscamente podría asustarla aún más. Pero aún así se arriesgó a despertarla.
Se incorporó en el sofá quedándose sentada frente a la morena, le rodeó la cabeza con un brazo y acarició suavemente el cabello de la inglesa.

-Kiki, tranquila. Todo está bien, estoy aquí. Despierta amor, Kiki... -Susurraba la morada aquellas palabras de consuelo, sabiendo que aunque no las entendiera completamente su tono cariñoso podría calmarla.

Violeta continuó observando a Chiara con atención, esperando a que la pesadilla pasara y la tranquilidad volviera a su rostro. Cada vez que la británica pronunciaba una palabra en sueños, su corazón se apretaba un poco más, deseando poder hacer desaparecer el dolor que estaba experimentando.

Su hermana había tenido alguna que otra pesadilla cuando era más pequeña. Pero ninguna tan larga y tan profunda como la que estaba experimentando Chiara.

-Chiara, por favor... Kiki, despierta. Estoy aquí, ¿Vale? Tranquila... por favor despierta.

Finalmente, después de unos minutos que parecieron una eternidad, mientras Violeta continuaba hablándole las facciones de Chiara se relajaron gradualmente y su respiración se volvió más tranquila. La expresión de angustia en su rostro se desvaneció lentamente mientras abría los ojos.

Violeta suspiró aliviada al ver que la pesadilla había pasado. Hacía mucho tiempo que no se ponía tan nerviosa y se preocupaba tanto.

-Kiki -La saludó con el tono más tranquilo que pudo, intentando no asustarla para transmitirle la falsa tranquilidad que Violeta no sentía todavía hasta poder comprobar que la morena estuviera bien. -Has tenido una pesadilla...

Con delicadeza, limpió la lágrima que aún permanecía en la mejilla de Chiara y la abrazó con ternura, sintiendo el suave ritmo de su respiración y el latido tranquilo de su corazón. Violeta se quedó allí, acunando a la inglesa entre sus brazos, prometiéndose a sí misma estar ahí para protegerla y cuidarla. Y mientras observaba la situación se dio cuenta de que significaba para ella más de lo que podía imaginarse.