Nuevos Sentimientos (Chiara y Violeta/Kivi)

III

La tarde caía con la lentitud característica de las estaciones intermedias entre el verano y el otoño. Violeta se dirigía hacia la casa de Denna, con la música suave de su coche creando un ambiente relajado. Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, pintando destellos dorados en el horizonte.

Al llegar a casa de su amiga sacó el móvil para mandarle un mensaje diciendo que ya había llegado, Denna salió con una sonrisa, llevando una mochila a cuestas. Se subió al coche y saludó a Violeta con un beso en la mejilla.

-¡Hola, Vio! ¿Cómo estás?

-Bien, bien. ¿Lista para nuestra pequeña escapada?

Denna asintió emocionada, y el coche se puso en marcha. La brisa fresca de la tarde soplaba a través de las ventanas mientras las chicas se dirigían a la playa. La música suave proporcionaba el telón de fondo perfecto para la conversación que se avecinaba.

El viaje continuaba con el suave murmullo del motor y el sonido del viento. Violeta, con las manos en el volante, disfrutaba del paisaje que se extendía ante ellas. El cielo comenzaba a teñirse de tonos cálidos, y el sol se ocultaba lentamente en el horizonte.

-Aquí estamos, -anunció Violeta mientras aparcaba el coche en el arcén cerca de la playa.

Las chicas bajaron del coche, llevando consigo una manta y algunas bebidas. Se dirigieron hacia la orilla, encontrando un lugar cómodo para sentarse y disfrutar de la serenidad del lugar.

Con el sonido de las olas de fondo, Violeta y Denna comenzaron a charlar. La conversación fluía con naturalidad, compartiendo risas y recuerdos. El sol se sumergía lentamente en el océano, pintando el cielo con tonos anaranjados y rosados.

Después de un rato, la conversación tomó un giro más íntimo.

La brisa marina acariciaba suavemente la playa mientras Violeta y Denna compartían confidencias al atardecer. El sol pintaba el cielo con tonos cálidos y la serenidad del lugar invitaba a la introspección.

-Entonces, ¿cómo estás llevando lo de Julia? -preguntó Denna con una mirada comprensiva.

Violeta suspiró, mirando el horizonte antes de responder.

Mientras hablaban sobre Julia, Violeta decidió encender un cigarro, buscando una forma de aliviar la melancolía que envolvía la conversación.

Con movimientos elegantes, sacó el paquete de tabaco y un mechero de su bolso. Encendió el cigarro, inhalando profundamente y dejando que el humo se mezclara con la brisa marina. Las primeras bocanadas crearon un halo suave a su alrededor, como si el humo quisiera escapar de la gravedad de la realidad.

Mientras exhalaba, una sombra de tristeza cruzó sus ojos, pero se esforzó por mantener una sonrisa para Denna. El cigarro en sus dedos se convirtió en una especie de consuelo, una distracción momentánea de la nostalgia que le embargaba.

Denna, con mirada comprensiva, esperó a que Violeta encontrara las palabras adecuadas. La brasa del cigarro ardía lentamente, emitiendo destellos anaranjados a medida que el sol se retiraba del horizonte.

-No te voy a mentir, Denna, ha sido duro. Algo dentro de mi me dice que no va a salir bien, no la echo de menos todavía, se ha marchado hace 24 horas, aún así no se como voy a llevar la distancia, ya me conoces... pero sé que es algo que ella quería hacer. A veces es complicado, pero confío en que podremos superarlo.

-Además yo...

Sin embargo, mientras Violeta se preparaba para responder, el cigarro en sus dedos estaba llegando al final de su vida útil.

Sus palabras se detuvieron abruptamente cuando, sin darse cuenta, el extremo encendido del cigarro tocó sus dedos. Violeta reaccionó de inmediato, soltando una leve exclamación de sorpresa y soltando el cigarro consumido.