CAPITULO 20

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Enfermo

(HyukJae)

Cuando abrió los ojos escuchó un ruido de alguien tocando la puerta. Vio por la ventana y aun estaba oscuro, intentó ponerse de pie tratando de tomar conciencia hasta que algo se removió a su costado. Estaban completamente cubierto por las mantas que el omega a penas era perceptible a su lado.

La puerta volvió a sonar.

- DongHae, alguien está tocando la puerta- le susurró viendo como los pelos del omega le cubrían toda la cara.

El omega solo se volvió a remover entre sus brazos y hundió más la cabeza entre el cuello del alfa suspirando con los ojos cerrados. Aquella escena le fascinó. Lo había relajado tanto que seguía profundamente dormido, y de no ser porque la puerta seguía sonando, lo hubiera dejado continuar con su placentero sueño.

Comenzó a darle besitos por el lado del cuello que tenía expuesto que estaba seguro provocaría cosquillas en el omega y haría que se despierte de inmediato.

- ¿Eh? ¿Eh? ¿Qué haces? Para...- balbuceó el omega tratando de empujarlo con sus delgadas manos.

- Alguien está tocando la puerta- volvió a susurrar lo más bajo que pudo.

El omega abrió los ojos de golpe y le cubrió la boca con una mano. Se había asustado al oí la puerta sonar.

- ¿Quién es?

- DongHae soy yo, Sehun, disculpa que te levante a esta hora, pero debemos empezar a cocinar para los soldados y darles las medicina. Ya va amanecer.

Ambos cruzaron miradas sin decir ni una sola palabra. La mano del omega todavía estaba sobre sus labios lo que le impedía hablar.

- ¡Está bien! Salgo en unos minutos- claudicó el omega.

- Te espero en la cocina.

- De acuerdo.

No se escuchó más por parte del pesado del beta por lo que supusieron que ya se había retirado de la puerta. Rodó los ojos y volvió a echarse sobre la cama jalando al omega para su lado.

- HyukJae... necesito levantarme.

- No. Aun es temprano. El beta está exagerando.

- No. ¿Sabes cuanto tarda cocinar para casi cien hombres?

- Diez minutos más. Solo diez.

No le dio tiempo de responder pues comenzó a quitarle el cabello del rostro para que éste no le estorbara porque quería seguir besando toda la cabeza del omega.

- No. ¿No has oído príncipe? Debo estar ya en la cocina.

- No. Príncipe, debes estar aquí conmigo.

El omega dejó de forcejear entre sus brazos y se quedó pensativo. ¿Había dicho algo malo?

- ¿Qué sucede? ¿Te duele algo?- le preguntó preocupado.

- No.

- ¿Entonces qué es?

- Nada. Solo que debo levantarme ya.

El omega no parecía estar diciendo la verdad, pues rostro había pasado de estar soñoliento a despierto completamente. Estaba bien, poco a poco el omega iría agarrando más confianza y le contaría sobre sus preocupaciones y sus pensamientos.

La dinastía Lee [EunHae-Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora