CAPITULO 19

241 21 14
                                    

Dos tipos de sudor

(DongHae)

Cuatro semanas habían transcurrido desde que los alfas habían dejado el templo, y era la primera vez que salía al exterior desde aquella madrugada en la que se dio su iniciación en esa pequeña cámara de purificación.

La única persona con la que habló, a través de la una pequeña ventana cubierta de cristal fue, por supuesto, con su sacerdote personal Shin Dong Hee quien le informaba de una que otra cosa, pero mucho no podía decirle pues se suponía que debía liberarse del exterior.

Sin embargo, para él aquello era muy difícil. Primero, estaba su hermano, necesitaba saber como estaba la situación en su reino, y le había pedido al sacerdote buscar a alguien que le ayude a averiguar si algo le había pasado a DongHwa. Después pasó por la desafortunada llegada del celo, que habían sido dos días de extremo dolor y retorcijones que quería eliminar de su mente para siempre. Y por último, y aunque su mente le decía que lo olvidara con más prisa que lo anterior, también quería saber aunque sea sin necesidad de oírlo directamente si HyukJae ya se había casado. Que suponía era lo más seguro. Alguna vez en el palacio de los reyes del Sur oyó decir que la boda se llevaría acabo de urgencia, pues había sido pactada desde hacía mucho tiempo.

- DongHae- puedes salir.

La puerta se abrió ligeramente ocasionando un rechinar debido al silencio en el ambiente. Frente a él solo estaban el sacerdote Shin DongHee, Sehun y un temeroso y de cabellos desarreglados RyeoWook, que junto a él veía la luz del sol después de un mes de encierro.

- Sus excelencias- saludó asintiendo con la cabeza.

- DongHae, es un gusto que hayas pasado el primer mes de purificación. El tiempo se ha ido volando- le dijo Sehun sonriéndole.

Ahora sería DongHae sin ningún título honorifico hasta que se reciba como sacerdote, pero para aquello faltaban tres años aún.

- Gracias, su excelencia.

- Bien, refrésquense y los esperamos en el comedor, recuerda que mañana por la madrugada volverán a la cámara para el segundo mes.

Ambos omegas asintieron y en silencio partieron a sus habitaciones para hacer lo que el mayor les había indicado. Notaba su cabello más grande por lo que le pediría SungMin que se lo emparejara un poco, como siempre solía hacerlo. Lo único que llevaba puesto era una túnica de lino oscura con un cinturón de cuerda atado en su cintura. Se quitó la ropa de inmediato y disfrutó de un baño con algunas hierbas flotando sobre el agua.

Sus pensamientos no dejaban de hacer ruido en su cabeza, sabía que no tenía mucho tiempo, pues por la madrugada debería encerrarse de nuevo, por lo que se dio prisa en cambiarse y tratar de hablar con el sacerdote antes del almuerzo.

El frio se había instalado por completo y por lo que veía, la nieve estaba por llegar. Se acercó a la ventana y pudo ver que aun con el sol brillando a lo lejos, la luna también se podía observar. Su cuerpo le decía, que debía ser noche de luna llena.

Un mes aproximadamente había pasado desde que se había entregado a HyukJae en el lago que estaba cerca del templo. Lo que hacía un mes sin verlo, un mes sin dormir con él, un mes sin saber nada de él, un mes sin su presencia. Un mes, un largo mes.

Los recuerdos de aquella noche lo volvieron a invadir, cada roce, cada gemido, cada acción de HyukJae contra su cuerpo. Lo precioso que había sido y que recordaría por siempre. Pues nunca más volvería a pasar. Pues el alfa que lo acompañaba tenía razón. Él solo era un peligro para los reinos ya que no había podido ni proteger el suyo. Todo lo que tocaba se marchitaba, había sido así desde su nacimiento, cuando mató a su madre en el parto, cuando por eso su padre murió al poco tiempo, cuando encerraron a su hermano en aquella sucia mazmorra... él no quería lo mismo para HyukJae.

La dinastía Lee [EunHae-Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora