La dinastía Lee [EunHae-Omegaverse]

CAPITULO 14

Las posadas

Abrió los ojos cuando un rayo de luz le molestó en la cara. Quiso moverse, pero un par de brazos lo sujetaban con cuidado ambas manos delante de él. Sintió algo removerse detrás suyo. No tuvo tiempo de averiguar quien era pues, puerta se abrió, y su omega apareció frente a él.

- Amo...¡oh por todos los dioses!

Ambos se vieron horrorizados. Y el alfa se despertó de inmediato ante el grito de SungMin.

- No grites SungMin- le pidió mientras sentía con el alfa se retiraba con cuidado de la cama.

¿Habían dormido así? No recordaba mucho de anoche, pues había sido un día desastroso. No se sentía mejor hoy, pero en comparación al despertar del día anterior, donde apenas podía respirar, hoy estaba mejor. No mucho mejor, solo mejor.

- Solo lo ayudé para durmiera mejor, cacatúa. No hagas escándalo por eso.

- Estaba abrazando a mi amo, desde atrás. Yo lo vi.

El omega rubio los observaba con desaprobación. ¿Qué se creía? No quiso ver a HyukJae por la vergüenza, encima su propio omega lo estaba regañando.

- ¿Y donde estabas tú? Que hasta HyukJae tuvo que cuidarme porque yo no los vi aquí desde que llegamos.

- Amo... yo... yo estaba

- Durmiendo plácidamente mientras yo desfallecía del dolor. ¿Qué clase de omegas son?... ¡ay!-quiso decir algo más pero su costilla no le dejó.

Maldijo su suerte de nuevo. Empezaba a dolerle otra vez. Al parecer la hierba le había sedado mientras dormía, pero el dolor regresaba poco a poco.

El alfa se apresuró a sujetarle el hombro.

- No te muevas omega, deja que la cacatúa llame a Mung para que pueda revisarte.

Lo miró confuso.

- ¿Quién es Mung?

- La esposa del dueño de esta casa, Mung y Tteok son nuestros anfitriones en esta ocasión.

- La iré a llamar amo, ya mismo.

El omega salió disparado antes que su dueño continuara regañándolo, cosa que el alfa aprovechó para observarlo de nuevo.

¿Qué sucedía con el alfa?

- ¿Te has aprovechado de mí?- le preguntó de pronto.

El alfa parecía extraño. ¿Qué había sucedido ayer? Él no recordaba mucho, tenía imágenes borrosas, y confusas. Tal vez lo había soñado.

- ¿Disculpa?

- No quise decirlo delante de mi omega, pero nos hemos dormido juntos, por si no lo has notado.

El alfa arqueo las cejas y lo vio con diversión, tenía ligera indignación en su rostro, aunque también quería reírse. ¿Qué era gracioso?

- Estoy desnudo... bueno, no desnudo como tal, pero casi. Y solo contigo en la habitación.

El alfa soltó una carcajada sonora que menguó solo con una mano en su boca evitando sarcásticamente de seguir riendo. Se estaba burlando de él, para variar. Ladeó la cabeza que era lo único que podía mover sin que le doliera.

Bien, era imposible con el alfa. Ya no le diría nada más.

Al ver que no se reía, el alfa se calló de inmediato. Carraspeó y entró en un tono de seriedad, que tanto le había estado pidiendo.