Llegada
(HyukJae)
Se terminó de colocar la capa oscura que llevaba el emblema de su nación, el frio de noche estaba aún presente a pesar que ya solo faltaban unas horas para que amaneciera. Necesitaban llegar lo más pronto posible al reino del esposo de Sora, por lo tanto, tendría que salir de madrugada. Oyó a DongHae removerse sobre las mantas aun sumido en un sueño profundo, y lamentó ser él quien lo tuviera que despertar. Se acercó a él, a la luz de las velas podía ver el rostro de su esposo luciendo como una deidad reencarnada en un humano.
Los cabellos castaños rojizos revoloteados y desperdigados por las grandes almohadas que lo hacían ver más pequeño de lo que era. Su vientre subía y bajaba en son tranquilo por lo apacible y cómodo que dormía. No pudo evitar tocarlo pues era allí donde sus cachorros crecían cada día un poco más.
La sensación que tenía del solo pensar en cómo se serían las mezclas entre ambos le provocaba escalofríos, aunque en fondo deseaba que se parecieran más a DongHae, así tendría más como él a quien amar.
Repasó la mano sobre el pequeño bulto que casi no se notaba con tantas mantas encima y disfrutó un poco de saber que los tres estaban bien. No quería hacer ese viaje tan largo, pero su hermana y los asuntos del reino lo necesitaban, entonces no estaba dispuesto a dejar a su omega solo de nuevo. Al menos no tan pronto.
- ¿DongHae? Debes despertar cariño- susurró suavemente sobre la oreja de su esposo, logrando solo que éste se girara y continuara durmiendo.
Tal vez no había sido una buena idea, la jornada de la noche anterior. Había dejado a DongHae tan cansado que durmió toda la noche sin despertar en ningún momento. Entonces fue cuando alguien tocó la puerta.
- ¡Amo HyukJae! Hemos venido a ayudar a nuestro amo a alistarse.
Apretó los dientes, se le había hecho algo tarde para despertar a DongHae.
Se apresuró en levantarlo, aun cuando el omega claramente no estaba cooperando.
- Cariño, debes despertar. Tenemos que partir.
- Mmm.... Mmm....- lo oyó ronronear palabras incoherentes.
Como pudo y sin hacer fuerza, lo sentó sobre la cama para que despertara o por lo menos abriera los ojos. Lo único que logró es que el omega ladeara el cuerpo hacia atrás aun con los ojos completamente cerrados.
- Cariño, despierta. Tenemos que irnos.
Entonces, sus ojos color miel oscuro se abrieron lentamente posándose sobre él. El omega había despertado, pero se notaba que no de muy buen ánimo.
- Tengo sueño.
- Lo sé, pero debemos partir ya. Las cacatúas entraran a ayudarte. Yo estaré alistando los últimos detalles. ¿De acuerdo?
El omega no respondió.
Le dio un casto beso en los labios que hizo que el omega abriera completamente los ojos ruborizándose aun soñoliento. ¿Nunca perdería la vergüenza?
Abrió la puerta dejando entrar a las cacatúas que se apresuraron en ir donde su amo.
- Ayúdenlo a cambiarse que no tenemos mucho tiempo, le diré a los guardias que vengan por las maletas en cuanto DongHae esté vestido.
- Sí amo.
Salió de la habitación en busca de los guardias. Los divisó cuidando el pasadizo que llevaba al jardín.
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La dinastía Lee [EunHae-Omegaverse]
RomancePuedes olvidar muchas cosas en la vida, pero jamás olvidarás lo más importante, de dónde vienes, a qué familia perteneces, dónde está tu sangre y cuál es tu linaje. Muchos pactos se han firmado incluso antes que nacieras, se han tomado decisiones e...