Capítulo Dos

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"Encargados"

«—________, mientras encuentres a mamá, no morirás de hambre.»

Se despertó exaltada, la luz tenue empieza a entrar por las ventanas, el Área tiene un aire brumoso y encantado. Le dolía la cabeza. Salió de la cama poco a poco y se fue a dar una ducha, afortunadamente había un baño en la cabaña. Se ató el cabello en una coleta alta, recordaba que Newt le había dicho que hoy comenzaría con los trabajos. Se puso algo cómodo y dejó la perla. Minutos después llamaron a la puerta. La abrió y ahí estaba él.

—Buenos días, novata.

Ella sonrió.

—Buenos días. ¿Por dónde empezamos?

—Cuánto entusiasmo —ironizó—, haremos algo antes de ir con los demás.

Era aún temprano, el silencio y la tranquilidad abundaban. Eran las únicas personas que podían disfrutar de ese momento.

La llevó a un muro del laberinto, al acercarse más observó que habían bastantes nombres tallados en la piedra. Algunos pocos tachados, tal vez serían las personas del cementerio. Una tristeza refleja su rostro al recordar eso. El chico le entregó un cuchillo y le señaló la pared.

—Es tu turno de poner tu nombre ahí.

Tomó el cuchillo y comenzó a tallar su nombre. Con un poco de dificultad lo logró

"__________"

Sonrió al ver su nombre junto al de los otros.

—Siempre hacemos empezar a los novatos por los malditos carniceros. Espero que no tengas algún problema novata.

Puso una mueca al escuchar eso, tan solo le daba náuseas. Newt hizo una señal con la cabeza hacia el establo.

—Ven, vamos a conocer a Winston. Él es el Encargado.

Winston era un poco bajo, al igual que Newt estaba en buena forma. Sintió la sensación de que disfrutaba demasiado de su trabajo.

El Encargado le mostró el lugar durante la primera hora, explicándole qué corral le correspondía a cada animal, dónde estaban los gallineros y todo lo que ocurría dentro del establo. El perro, un molesto labrador negro llamado Ronco, se encariñó de inmediato con ella y la siguió durante toda la visita. Intrigada, le preguntó a Winston de dónde había venido la mascota, y éste le contestó que siempre había estado allí. Parecía que su nombre había sido puesto irónicamente, porque tenía unos ladridos muy agudos que destrozaban los oídos.

Durante la segunda hora, ya entraron de lleno en el trabajo con los animales: darles de comer, limpiar, arreglar un cerco, levantar plopus: «Es una forma más agradable de decir que es una mierda» Según las palabras de Winston. Descubrió que comenzaba a usar el vocabulario de los Habitantes del Área.

La tercera hora fue la más difícil para ella. Tuvo que observar cómo Winston mataba a un puerco, antes de que Winston lo hiciera casi de desmaya pero Newt que la había estado observando la tomó antes de que cayera al suelo.

—Está claro que esté no es tu trabajo.

Fueron a la cocina por un poco de agua, y ella le agradeció que la sacará de ahí.

—Linda perla.

Ella le echó un vistazo a su cuello y sonrió.

—Gracias, la encontré en el montón de ropa. Si te soy sincera, me alegro de tenerla.

Se llevó su mano al collar.

—Me hubiera impresionado si acabarás el trabajo.

Sacudió la cabeza.

—Afortunadamente me desmayé en lugar de haber vomitado.

Newt estalló en una carcajada. No había escuchado un sonido semejante desde que estaba ahí, pero no podía negar que le gustaba.

***

(N/A: Ooo si baby, las canciones apenas comienzan)

Se suponía que hoy iría con Winston. Tenía que cumplir otro día en el Matadero, pero después de su reacción Newt dijo que descansaría hasta el mediodía. Todavía faltaba algo de tiempo así que tomó la guitarra que estaba en la cabaña y se fue al lago otra vez. Se sentó apoyada en un árbol.

No sabía cómo comenzar, ni siquiera sabía si podía tocarla. Pasó sus dedos por las cuerdas dando inicio, la letra solo fluyó:

Será, será que al árbol vendrás.
Que por matar a tres.
Un hombre colgó en él.
Ocurren cosas raras.
Pero extraño no ha de ser.
Poderte ver, ahí a la anochecer.

La profundidad de la letra era tanta que se sorprendió saberla.

Será, será que al árbol vendrás.
Vámonos los dos.
A su amor dijo al morir.
Ocurren cosas raras.
Más sería algo muy normal.
Poderte ver, ahí a la anochecer

Una canción del final trágico de una pareja, que no pudo estar más juntos.

Será, será qué al árbol vendrás.
Ahí te pedí escapar.
Y buscar la libertad.
Ocurren cosas raras.
Pero extraño no ha de ser.
Poderte ver, ahí al anochecer.

Mientras se avecina la última estrofa de la canción.

Será, será que al árbol vendrás.
Con un collar de cuerda.
A su amor dijo al morir.
Ocurren cosas raras.
Más sería algo muy normal.
Poderte ver, ahí al anochecer.

Escuchó el ruido de una rama quebrarse, se paró de un saltó y por intuición tomo el mango de la guitarra lista para atacar.

—Baja eso.

Al ver a Newt un gran alivio la invadió e hizo caso a la petición.

—Creí que era uno de tus amiguitos —responde.

—Nadie viene aquí —se sentó junto a ella—, tu guitarra no tiene la culpa de que seas una persona agresiva.

Soltó una risita.

—¿Es hora de irnos? —Pregunta ella.

—Nah, aún falta algo de tiempo. Estás llena de sorpresas novata, la canción es deprimente.

¿Había escuchado la canción desde el comienzo?

Por alguna razón ese pensamiento la hizo sonreír.

—Lo sé, solo la recordé. No tenía ni idea de que la sabía.

Se formó un silencio para nada incómodo, solo se escuchaba el canto de los pájaros.

—Los estúpidos pájaros que nunca se callan, lo hicieron cuando comenzaste a cantar.

—¿En serio? No lo noté.

«Tal vez se debía a que su canto era horrible», pensó.

—Mucha charla —le dió una palmadita en la pierna y se levantó—. Hay que ir por tu próximo trabajo con Zart, es él encargado de los Jardines. Yo tomaré esto y ve con él.

Tomó su guitarra con fuerza.

—¡Hey! Con cuidado —le gritó furiosa.

***

Capitulo cortito, no sabía si poner a Rachel Zegler o a Maiah Whynne. Así que qué mejor a Maiah

Nos leemos pronto
😘❄️

Another Winner || Newt y Tú [1#] COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora