Another Winner || Newt y Tú [1#] COMPLETA ✓

Capítulo Once

"Sartén"

Ese día fue mucho más divertido con Abner en la cocina cortando las cebollas, como era su ayudante durante el resto de la semana y parte de la siguiente, rápidamente pasaron los días y lamentablemente se iba a acabar su tiempo de serlo.

Newt le había preguntado respecto a la nota y si, se la había enseñado.

–¿Esto es por lo que Abner estaba molestando?

–Si y creyó que lo escribiste tú

Se sentó junto a él hundiendo esa parte de la cama.

–No fui yo.

–Lo sé, por eso es mi asistente en la cocina. Terminé ganando su tonta apuesta.

Él negó divertido.

–¿Y que te dijo que hicieras si perdias?

Oh no.

Ella no podía decir «Me retó a decirte que me gustabas»

Claro que no se lo diría.

–Algo muy estúpido.

–Seguro.

Siguieron platicando durante horas, era relajante estar con él y extrañamente se sintió segura estando de esa manera. Era jueves por la tarde, y un nuevo novato vendría en dos días.

Newt la estaba convenciendo de que cantará esa noche.

–No.

–Será divertido, te lo garantizo.

–No puedo Newt, ni se me ocurre que cantar. Lo único que se me ocurre es El Árbol del Ahorcado y la canción de Lucy Gray, no creo que sea divertido bailar canciones tristes.

–Se te ocurrirá algo, confío en ti.

–No lo haré.

Se levanta tomando una gran bocanada de aire para extenderle la mano.

–Te convenceré.

Ella acepta su mano y la ayuda a levantarse.

–Espero con ansias ver qué tramas.

Su noche fue un tanto horrenda no lo decía por las pesadillas en realidad no las había tenido desde aquella vez donde una chica la apuñaló, eso realmente era bueno porque significaba que no volvería a vivir eso, jamás. Lo que le inquietaba era decepcionarlo, aunque esa noche no tuviera pesadillas estaba segura que no iba a dormir pero al final lo hizo.

Ahora estaba en una pradera muy bonita que no se parecía en nada a la de la pesadilla. Ella estaba presente pero a la vez no, una pequeña niña con el cabello desprolijo que se parecía bastante a ella, estaba sentada abrazando una rama bastante grande.

–¡No voy a bajar! –gritó la niña.

Debe de tener aproximadamente 5 o 6 años.

–¡Cómo subiste ahí! Baja en este instante o mamá nos matará a los dos. –le advirtió otro pequeño mucho más grande que ella, tal vez 9 años.Tenía rizos rubios y unos lindos ojos grises–. No te haré nada.