Another Winner || Newt y Tú [1#] COMPLETA ✓

Capítulo Veintitrés

“Asamblea”

Newt había convocado la Asamblea para el siguiente día y claro, ella era Encargada. Definitivamente estaba obligada a ir

Su novio se encontraba allí, sentado frente en medio de todos, a la derecha del sitio que pertenecía a Alby.

–En nombre de nuestro líder, enfermo y en cama, declaro abierta esta Asamblea –anunció, con un gesto sutil en sus ojos, como si detestara cualquier cosa que se acercara a la formalidad–. Como todos ustedes saben, los últimos días han sido una reverenda locura y una buena parte está relacionada con nuestro Novato, Tommy, aquí presente.

–El ya no es más el Novato –exclamó Gally, con su voz áspera tan grave y cruel que resultaba casi cómica–. Ahora es sólo un transgresor de las reglas.

Eso desencadenó una ola de murmullos y susurros, que Newt acalló. Solo deseaba salir de allí o suplicar que la tierra la tragara.

–Gally –dijo–, trata de mantener un poco el orden. Si no puedes contener tu bocota cada vez que digo algo, tendrás que largarte de aquí, porque no ando de muy buen humor.

Simplemente lo amaba.

Gally cruzó los brazos y se reclinó en la silla con una expresión de enojo tan forzada hacía Thomas. Siempre era un patán pero en ese momento había superado sus límites.

Newt le echó una mirada dura a Gally y luego continuó.

–Me alegro de que hayamos aclarado las cosas –repuso, poniendo los ojos en blanco–. La razón por la que estamos aquí es la siguiente: gran parte de los chicos del Área se ha acercado a mí en los dos últimos días para quejarse de Thomas o para pedirme su mano. Tenemos que decidir qué haremos con él.

Contuvo una carcajada por aquel comentario.

Gally se inclinó hacia delante, pero Newt lo cortó antes de que pudiera decir una palabra.

–Ya tendrás tu oportunidad de hablar. Uno a la vez. Tommy, no estás autorizado a abrir la boca hasta que te lo pidamos, ¿va? –le advirtió, mientras esperaba el consentimiento del chico, que llegó de mala gana. Luego señaló a un chico sentado en la última silla de la derecha–. Zart, es tu turno.

Zart se movió en el asiento. Parecía sentirse tan fuera de lugar. Observó un segundo a Thomas y tragó saliva.

–Bueno –comenzó, mirando hacia todos lados como esperando que alguien le soplara qué decir–. No sé. El quebró una de nuestras reglas más importantes. No podemos dejar que todos piensen que eso está bien… –bajó la vista, se frotó las manos y agregó–: sin embargo, también… cambió muchas cosas. Ahora sabemos que podemos sobrevivir allá afuera y derrotar a los Penitentes.

Hasta cierto punto tenía razón, pero no estaba tan de acuerdo con él. Y tenía que seguir pensando en lo que iba decir cuando llegara su turno.

–Anotado –la mirada del rubio se dirigió a su novia–, ______. ¿Qué opinas?

–Está claro que Thomas no debe de quedar absuelto de ningún castigo, rompió las reglas. Pero también es cierto que hizo un descubrimiento allá afuera. Mi punto es…

–Vamos, deja de decir tonterías –intervino Gally.

–¡Gally, cierra el hocico! –gritó Newt, poniéndose de pie para lograr un efecto mayor–. Yo soy el que preside la Asamblea en este momento y si escucho otra maldita palabra tuya fuera de lugar, voy a preparar otro Destierro para tu asquerosa cara. –volvió a tomar asiento respirando hondo aliviando al instante su estrés regresando con su novia de forma mucho más calmada–. _____, puedes continuar.