-¿Esto es todo lo que hay? Tiros de cámara que parecen hechos por el mismísimo Kubrick para mantener la tensión, el suspenso y en secreto a la hija de la gran puta que metió aquí a Alicia Suárez a molestar a mi madre.
-Erick -Jaime fingió inspirar, como quien coge impulso para dar una mala noticia-, si usted insiste en jugar a la familia feliz con su exmujer no es asunto mío, pero dato mata relato, tiene las imágenes que pidió, tiene la ficha con el permiso de visitas actualizado y, lo más importante, ¿por qué cree que Gloria le confunde con su padre a usted, pero a ella la reconoce enseguida?
-No sé de qué va todo este ilusionismo barato, pero claramente...
-Claramente, la reconoce porque la vio esta misma mañana. Misma ropa, mismo peinado. ¿O acaso es tan tonto para creer que una mente tan frágil como la de su madre va a recordar a una mujer a la que no ve desde hace años, pero a olvidar a su propio hijo o, peor aún, su propio color de ojos? No sea imbécil, Erick, con todo respeto, está pensando con la polla y no queriendo asumir que la señora Ballesteros es la persona a la que tiene que pedirle cuentas.
-¿Tú la viste, Jaime? Cuando vino con Suárez. ¿Viste a Mia?
-Soy el director de este centro, Erick, no el portero.
-Pues quiero hablar con el portero, con la recepcionista, con el que estaba limpiando los baños a esa hora. Quiero poner esta puta residencia patas arriba hasta que todos y cada uno de los que trabajan aquí me jure por sus cojones que han visto a Mia.
-No voy a permitir que se juegue así con esta institución.
-Yo me voy a asegurar de que se vaya a tomar por culo la institución. Créeme que tengo medios de sobra para conseguir que mañana todas las familias se estén metiendo por las ventanas a llevarse a sus mayores con los huevos que no tuvieron en el Covid.
-Y esos medios que usted dice tener... ¿Están aquí, entre nosotros, o en el mundo de los muertos en el que estaba hasta no hace mucho?
-Vete a la mierda, Jaime. ¿Quieres que las cosas se hagan así? Pues de puta madre, las vamos a hacer así. Cuando te veas en esta pocilga regentando dos folios y una silla, no te victimices, porque te lo advertí.
Erick arrancó el ordenador del cable de carga y bajó la tapa de golpe.
-¿Qué carajo hace, Matallanas?
-Mi madre, de momento, se queda, pero el ordenador se viene conmigo. Ah... y a partir de ahora soy el único autorizado para visitarla, ¿te queda claro?
-Estás sustrayendo un activo de la inst...
-Como si te meto a patadas en mi coche y te escondo en un trastero hasta saber qué pasó. Hazte un favor, Jaime: no me toques más los huevos.
Erick cruzó el pasillo, ignorando los intentos de Jaime Merchán por detenerle y recuperar su portátil. Solo paró para dirigirse al guardia de seguridad.
-Dígale a la mujer que está con mi madre que nos vamos.
-¿La mujer del jersey gris? ¿La del pelo negro?
-¡Que se lo diga, coño! ¿Qué otra mujer va a estar aquí a esta hora si no, imbécil?
-Es que... se fue hace un rato.
-¿Qué?
-Hace nada, si se da prisa a lo mejor hasta la alcanza.
-¡Se han roto las bajantes del cielo y entre toda el aguamierda están cayendo angelitos! -Gritó un hombre de tez morena y acento sudamericano.
-Cállese, mijo, no sea huevón -Edwin avanzó hasta Paula y la rodeó con el brazo, como marcando ante sus compañeros que era suya-. ¿Usted qué hace acá, mona? ¿Cómo dio con este roto?
ESTÁS LEYENDO
OTRO INCENDIO POR LLEGAR
General Fiction-¿Quieres tener una relación tóxica conmigo? -Llegados a este punto, ¿por qué no? -Tampoco sería la primera vez... Erick ha decidido sacar a Mia, su exmujer, de la cárcel en la que está por prenderle fuego al coche de Robert, su actual marido, algo...