Alaia.
-Iré por los chicos, ya me cansé de tanta multitud- se arregla la camisa y se habre paso en el gentío.
Y volvió el señor don ego.
Tubo recor, quince minutos como un chico normal de su edad.
No le costaba decir...
Sabes besar Alaia.
Eres linda.
O un...
Me gustas Alala.
¡Maldición!
Bastó un solo beso para que me pusiera a imaginar escenarios dónde el me dice que le gusto lo cual no pasará porque prácticamente me detesta y si seguimos hablando es por el secreto.
Ni se por que diablos me besó y yo no sé por que yo me dejé. Así claro es porque me gusta y no estaría mal tirarmelo.
Si no llegan los chicos me volveré loca con mis pensamientos.
Y por suerte no tardan en llegar.
-Vamos- ordena el futuro rey.
Miro detrás de su espalda y hay escoltas que sujetan a los hijos de la nobleza de éste país.
Cuyos hijos parecen vagabundos borrachos.
-No... Yo me me quiero quedar.. ar- contradice Fran.
-Eso- lo apoya Augustus tratando de no vomitar.
Derek es otro caso, está dormido con la boca abierta y el gorilaescolta lo sujeta por lo hombros.
Me tapo la boca para no reírme.
Me recuerda a mi cuando Keler me cargó así en la ciudad cuando hice turimos en su momento no me causaba gracia pero ahora sí.
-Tus amigos son un desastre- comento sin mirarlo.
Ya estamos afuera de la discoteca.
El Aire de la madrugada me abraza la piel.
-No entiendo porque tú no eres así- vuelvo hablar.
-Será que no me conocés lo suficiente- alega caminando al coche.
-En resúmen eres aburrido- lo alcanzo - totalmente aburrido.
-Se divertirme a mi manera.
-Tu manera es aburrida.
-Alaia- dice despacio- la diferencia es que yo tengo una imágen que cuidar y no puedo rebajarme.
Pienso.
-Pero te rebajaste conmigo al besarme porque que yo sepa no soy ni de la nobleza ni de la realeza- contesto.
Se pasa una mano por el pelo sin despeinarse.
Silencio.
No dice nada y cuando siento que va a decir algo llega uno de los gorilaescoltas.
-Altesa su amigo vomitó en el asiento del auto- el hombre está serio.
Me quedaré con las ganas de que me diga lo que iba a decir.
Keler voltea los ojos.
-Yo no me pienso subir a esa cosa.
-Lo sé Alteza- el hombre no titubea al hablar- por eso ya mandé a buscar otro coche.
Asiente su Alteza real.
....
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Soy famosa no princesa.
RomantizmPara Alaia su vida es como siempre lo había soñado desde pequeña, no le pide nada más a la vida porque para ella ya lo tiene todo: una familia amorosa y millonaria, sus mejores amigas que siempre están en los peores y malos momentos, su academia y s...