Prologo.

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"Os iusti meditabitur sapentiam"


Uno cuando entrega la vida a su señor Dios, es capaz de hacer todo lo que sea necesario para cumplir su propósito, si Dios es benevolente y justo, ¿no deberíamos hacer su voluntad sin dudar? Después de todo, él es nuestra salvación y a él le rendiremos cuentas cuando el día del juicio se presente.

Pero, ¿quién es el responsable de tener a Jesús Cristo en nuestra vida? Su adorada madre, la mujer más pura que hubo en la tierra, quién con su inmaculada concepción pudo traer a la vida al hombre que trajo esperanza al mundo, se sacrificó por nuestros pecados, murió en la cruz, fue resucitado al tercer día y subió al cielo, quién ahora está sentado a la derecha del Padre Dios a esperar a que las almas de sus hermanos suban.

Mi dulce virgen María


"Beatus vir qui suffer tentationem"


Nunca había visto una mujer tan hermosa en su vida, quizás ella era el verdadero significado de la palabra "femineidad", o tal vez de la palabra "juventud". Había muchas formas en la que podía describirla, pero mi mente siempre se quedaba en blanco cuando la veo pasar, casi como el primer día que la conocí, cruzando por aquella puerta, todas las miradas se posaron en ella.

¿No era demasiado joven para trabajar? Quizás sí, y aunque viniera como suplente y ayudante, seguía siendo joven, tal vez apenas había terminado la escuela... o seguiría en ella, ¿por qué querría trabajar si apenas era una adolescente mayor? Si era para ayudar a su familia o para crecer profesionalmente, hablaba muy bien de ella, de pensamiento serio, era muy madura para su edad.

Se veía tan pura e inocente, quizás hasta tonta.


"O quam sancta, quam serena"


<<Aponia>>, del griego antiguo <<ἀπονία>> que significa: Ausencia del dolor o simplemente "indoloro". 

Si ese era su nombre, ¿por qué siempre parecía que estuviera sufriendo?, ¿su cara de hastía siempre estaba ahí?, ¿por qué había elegido ese trabajo? Aparte de hacer feliz a los niños al parecer, no debía de estar ahí, no era una santa, era una pagana, una mujer alejada de la sabiduría de Dios, simplemente era un demonio.

Pero era un demonio bastante hermoso, que incluso parecía un ángel, tal como pasó con Lucifer, quién era el ángel más hermoso del cielo que se rebeló, tal vez era su caso o ella había venido aquí para salvarme, quizás para probarme o condenarme, pero era seguro, yo era su víctima.

Ella tenía su misión, y yo era su objetivo, quizás era la señal que necesitaba para acercarme más a mi creador, de purgar a ese demonio con cara de inocencia para traerla de vuelta a las manos de Dios. O quizás ella venía a salvarme del infierno y yo la condené.

Pero nadie era mejor para morir que un ángel sacrificado por la humanidad.


"Quam benigna, quam amoena, o castitatis lilium"

𝐌𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐢𝐝 𝐕𝐢𝐫𝐠𝐢𝐧 | 𝘓𝘶𝘵𝘩𝘦𝘳'𝘴 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora