Se ganó la simpatía y la confianza de Aponia muy rápido, no quería llamarla estúpida, sólo era demasiado ingenua. En cierto punto se sentía culpable por tener que recurrir a aquellas artimañas para que ella le hiciera caso, pero esos sentimientos no iban a durar mucho, era un hombre.
Verla decirle adiós e irse cuando su plática terminó fue como estar perdiendo algo, dolía como un parasito que no quería dejar su cuerpo. No se sentía como un bicho raro, podía ser él mismo sin tener que actuar como un maníaco dentro de su propia casa con Randal y sus mascotas.
No odiaba a su hermano ni a sus mascotas, aunque tampoco sabía cómo coexistir con ellos. Antes no importaba demasiado, pero ahora que Aponia estaba indagando poco a poco en su vida, se sentía ahogado, ¿qué pensaría cuando fuera a su casa? ¿sobre su hermano o su pasado? ¿alcanzaría a incluso preocuparse por ello?
¡No! No, no debía de pensar en esas tonterías, ¿por qué debería de estarse preocupando por lo que ella pensara? Aponia no tenía que saber nada, debía de recordar su objetivo, ella sólo era una posesión que quería tener y controlar, no quería saber nada de sentimientos.
El juego de Luther avanzaba a base de mentiras y manipulación en el que participaba para obtener información que necesitaba para hacer a su amiga completamente sumisa ante su presencia. Con cada mensaje y cada conversación se encaprichaba más con ella y empezaba a pensar que lo que fuera que él quisiera podía realmente suceder en su relación. Se sentía el hombre más suertudo del mundo. No sólo eso, Luther no sólo sabía de las debilidades, traumas y las cosas que lastimaban a Aponia, también empezó a conocer y a darse cuenta de lo dulce e inteligente que era ella, igual que era atenta.
Sentía que sus emociones se elevaban al punto de enamorarse de ella y que su relación se iba convirtiendo en algo que él no podría deshacerse de ella, aunque quisiera ¿podría no sólo tratarse de obsesión sino también un enamoramiento?
Un día antes de aquella celebración y procesión por la que ambos se habían preparado tanto, Aponia se quedó en la escuela por la tarde como de costumbre con Luther para finalizar los detalles para el día de mañana.
— ¿Hay algo que falte para mañana, Luther? Si es así de inmediato lo voy a conseguir. ¡Ay, que nervios! — Expresó, sacudiendo sus manos de arriba a abajo.
— Relájate Aponia, tengo todo bajo control — Respondió el hombre mientras seguía mirando unos papeles. — Lo unico que tienes que hacer es hacerte ver y quedarte quieta como una buena virgencita, y nosotros haremos que todo el mundo te ame —
— Lo dices de una forma que suena como si fuera muy fácil —
Se rascó la mejilla por el nerviosismo, realmente que no estaba controlando sus nervios. Aunque, tenía cierta parte de razón: sólo había sido maestra suplente de aquella escuela por un año, agradecía tanto que Luther no se hubiera ido de su lado.
— Te prometo que lo haré bien, en verdad, en serio que lo prometo —
— Es normal que estés nerviosa, Aponia, pero sabes que cuando estés en medio de la gente todo mejorará. Tu única prioridad será verte bonita —
— Sí... supongo que verme bonita es lo unico que he hecho — Reclamó para sí misma entre dientes.
— ¿Me puedes explicar una última vez como debo pararme? — Preguntó antes de levantarse de su asiento y de irse a una parte del salón donde no le estorbara alguna silla.
Semanas antes Luther le había dicho como tenía que pararse en la plataforma en la que la iban a cargar, también le enseñó cómo debía de verse su rostro, hasta habían hecho ejercicios de resistencia y Aponia se había empeñado en entrenar para poder aguantar todo el tiempo que iba a estar en la intemperie. Tendría que tener mucha fe para poder aguantar 1 hora y media en ese lugar.
![](https://img.wattpad.com/cover/359749464-288-k406930.jpg)
ESTÁS LEYENDO
𝐌𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐢𝐝 𝐕𝐢𝐫𝐠𝐢𝐧 | 𝘓𝘶𝘵𝘩𝘦𝘳'𝘴 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤
FanfictionPodía ser el hombre más recto, más devoto o incluso el más entregado a su Dios, llamado incluso un ángel del señor. ¿Pero que sería de él cuando se entere que el demonio no es nadie más que su propia piel? • Luther × Fem!Reader • Personajes de Capt...