Capítulo 32 - Conoce tu lugar

328 13 2
                                    

Después de haber dormido solo dos noches en su nueva cama, Rafael se sentía como una persona nueva, el catre de su cuarto anterior no es que estuviera mal, pero nada se compara con un colchón de verdad, con sábanas y cobijas, y ni qué decir de las almohadas. Lo único diferente fue a Gabe, era tan solo la segunda noche en que dormían juntos, pero extrañaba tener un bulto que abrazar. Estaba preparando el desayuno cuando el familiar sonido del cuero crujiendo en la sala lo hizo voltear, el cuerpo encapsulado de su hermano de esclavitud estaba aún colgando del techo, durante su rutina matutina había estado tentado a hablarle, darle apoyo, hacerle saber que la noche ya había pasado.

Gabe había luchado y forcejeado por ratos, sus gritos y sollozos fueron silenciados por la mordaza; Rafa tenía una noción de lo que se sentía, el mismo tuvo que llevar una máscara idéntica por casi dos semanas, además de estar amordazado, los primeros días fueron los más duros, cuando sientes que tu mandíbula se desencaja, cuando solo puedes escuchar tu propio corazón martillando tus oídos; los pensamientos de Rafa fueron interrumpidos por una descarga en su cuello, cuando volteó la mirada se topó con su Amo, quien ya estaba sentado en la mesa esperando que le sirvieran.

- Discúlpeme Amo, estaba un poco distraído.

- ¿Se portó bien?

- S-sí Señor, solo ha estado forcejeando.

- Quiero pensar que tu cara de dolor es porque te excita tanto como a mí, ¿cierto?

- Lo es, Amo. ¿El Señor Kato bajará a comer?

- Ve a despertarlo, tíralo de la cama si es necesario.

Rafa había terminado de colocar los tres lugares en la mesa, ante la orden de su Amo dudó un segundo, no entendía lo que estaba pasando, ¿porqué el cazador usaba una jaula de castidad? ¿porqué le entregó esas llaves al Amo? Sebas mencionó que se lo había ganado, pero, ¿en que se había equivocado? Y lo más importante, ¿eso significaba que Kato era también un...?

- No hace falta Rafa, siéntate a desayunar – hablo el cazador al tiempo que tomaba su propio lugar en la mesa - ¿en serio le dijiste que me tirara de la cama?

- Tenemos cosas que hacer hoy, come rápido.

- Sí Amo.

- Tu no, bueno también tienes cosas que hacer, pero le hablaba a él.

- Dioses Sebas, Lord Katsuragi siempre ha confiado en mi juicio, no actué sin pensar ¿ok?

- Eso se lo dirás tú.

- Espera, eso significa que él...

- Está en la ciudad, vino por otros temas pero ordenó verte, Rafa tu hoy estarás...

La conversación fue interrumpida por el arrebato de Gabe, quien comenzó a luchar y retorcerse en su cápsula, su forcejeo era demasiado intenso y sus gritos de desesperación se escuchaban aún detrás de la mordaza, Rafael le dedicó una mirada suplicante silenciosa a su Amo, quien un tanto molesto se acercó al panel de control para bajar al esclavo, un sistema eléctrico de poleas se accionó y en poco tiempo Gabe estaba pisando el suelo, un poco más controlado pero aún luchando; Rafa fue instruido a quitarle la máscara y la mordaza, debajo encontró al chico bañado en sudor, con el cabello pegado a la cabeza e hilos de baba escurriendo de sus comisuras.

- Gracias, gracias.

- Suéltalo Keshi, pero no le des de comer.

- Sí Amo.

- Y tú idiota, de rodillas junto a mí.

- S-sí Señor.

Gabe trató de caminar hasta ocupar su lugar, pero sus piernas no le respondieron y terminó cayendo de boca contra el suelo, con su mirada el Amo le hizo entender a Rafa que no se acercara, así el chico, entre sollozos se arrastró hasta el lugar indicado y espero pacientemente hasta que todos hubieran terminado de almorzar.

Ahora eres MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora