Capítulo 40 - Porque no eres como yo...

290 15 3
                                    

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Hey mis Kinksters, lamento la tardanza en publicar, tuve una semana de perros. 

Necesito asentar varias cosas de las historias que tengo pendientes, especialmente la de Kato dado que los personajes de ahora están relacionados a su historia de diferentes maneras, espero que les guste lo que hice con Brody y las nuevas dinámicas.

La historia de Kato si la publicaré "aparte" porque sinceramente no sé cuántos capítulos vayan a ser ni cada cuanto los actualizaré. ¿La casa de Sebas se está empezando a llenar no lo creen? Para su siguiente aventura hablaré un poco de la historiad e fondo de Sebas, principalmente su propio origen.

Al final de este cap les dejo una imagen de como imagino el collar especial de Rafa y en Patreon el resto :3

¿Imágenes de este cap? no sé, quizá después agregue algunas :3

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Había escuchado el término, referencias en comics, novelas, series, películas, pero jamás creía que fuera tan real, primero, mi vista se cubrió por un filtro carmesí, como cuando juegas con los niveles de saturación o color de una imagen: después, dejé de escuchar lo que sea que Sebastian estuviera diciendo, ni si quiera me di cuenta que lo llamé así; mis sentidos me hicieron repetir una y otra y otra vez esas dos semanas de desesperación, donde no podía usar mi voz por más que intentara gritar, donde pasaba la mayor parte del día atado a una cama apenas pudiendo moverme unos centímetros, donde escuchaba mis articulaciones crujir cuando era llevado a "hacer ejercicio", donde vi a las personas que conocía y en quienes confiaba pasar de largo sin reconocerme, sin prestarme atención.

Pero sobre todo, donde cada noche era menospreciado, humillado, violado, golpeado y drogado, por horas y horas, donde aprendí a no llorar porque eso les excitaba, tampoco a gemir o resistirme, donde todos los miedos e inseguridades que había guardado en los últimos meses desde mi cautiverio fueron resurgiendo, donde desarrolle un delirio que me auto flagelaba, que me hundió poco a poco y casi me hace perder aquello por lo que había jurado luchar.

Nunca fui una persona violenta, pero en ese momento lo único que quería hacer era estrangular al hijo de puta que estaba frente a mí, pocas veces había visto su rostro, no había pasado ni una semana completa, o al menos eso creo, cuando me cubrieron los ojos para no dejarme volver a ver hasta mi rescate. Pero definitivamente el chico frente a mí no se parecía tanto a Brody, de no ser porque conocí su peor lado, quizá incluso me hubiera llegado a interesar en él, era apuesto, claro que sí, un típico chico americano de cabello castaño.

En cambio, el ser frente a mí parecía haber pasado un calvario, desde que ví a Tyson en Deep Hell sabía que el Amo se había hecho cargo personalmente de sus castigos, y ahora viendo el estado del cuerpo del castaño, era obvio que había sufrido durante un buen rato, pero más allá de eso, estaba demacrado, demasiado flaco, casi sin cabello, con la mirada perdida y llena de profundo terror, su cuerpo temblaba involuntariamente; una mano sobre mi hombro me hizo salir de mis pensamientos.

- Vamos a comer, ya después verás que hacer con él.

- Sí Amo.

En realidad contesté en automático, solo seguí su camino cuando Brody se encogió al escuchar la gruesa voz de mi Amo, si el resto del camino el Amo dijo algo más tampoco le puse atención, simplemente los seguí, llegamos al comedor y nos sentamos en nuestros lugares de siempre. Yo mismo había huido de la tortura que no me recompensara con cierto placer, pero en ese momento comencé a repasar mis clases de historias, pensando en la infinidad de torturas que podía implementarle al ser en el calabozo, el toque de Santiago en mi brazo me trajo de nuevo al mundo de los vivos.

Ahora eres MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora