Capítulo 16 - Un día de perros

408 12 0
                                    

Rafael abrió los ojos, su cuerpo estaba completamente bañado en sudor e hiperventilando, se encontraba acostado de lado con el cobertor enrollado en él, se levantó (en cuatro) como pudo y miró a su alrededor buscando a Gabriel, se hallaba de nuevo en su cuarto, ¿en que momento se había quedado dormido? Al intentar bajar de la cama resbaló y se golpeó la cara, no pudo importarle menos y fue directo a la puerta comenzando a golpearla y arañando primero y poco después gritando y ladrando tan fuerte como podía. Creyó escuchar a su Amo hacer ruido en la habitación de enfrente e inmediatamente una pequeña descarga recorrió su cuerpo.

- Cállate, intento dormir.

Rafael se recuperó en seguida y continuó golpeando la puerta y haciendo todo el ruido que podía, otra descarga atravesó su cuerpo, pero no le importó, necesitaba ver a su Amo, necesitaba preguntarle donde estaba Gabriel, necesitaba pedirle que lo ayudara a recuperarlo. Su insistencia fue tal que el Amo no tuvo otra más que levantarse, Rafa escucho como maldecía una y otra vez justo antes de salir de su cuarto y quitar el candado de la del cachorro, cuando su puerta estuvo abierta Rafa trató de salir solo para recibir un puñetazo directo a su mandíbula.

- ¿Tienes idea de que hora es? Te advertí que no me gusta que me levanten durante las noches, tendré que castigarte ahora en serio...

El Amo levantó a Rafa del collar y entonces vio su cara de absoluto terror, pero no era por el castigo ni el golpe de antes, entonces el chico continuo forcejeando y gritando, tratando de hablar pero la mordaza se lo impedía, entonces comenzó a llorar y todo su cuerpo temblaba.

- Ey, ey cachorro tranquilo, que pasó ¿tuviste un mal sueño? Solo por esta vez, te quitare la mordaza pero no quiero que te pongas a gritar ¿entendiste?

Rafael solo asintió y se volteó para que le quitara la mordaza, dando pequeñas arcadas cuando los tubos en la boca y nariz fueron removido, movió un poco la mandíbula aun llorando y volteó a ver a su Amo.

- Por favor, Amo, haré todo lo que me diga, puede usarme como quiera, pero, por favor, libere a Gabriel, el no se merece esto, por favor.

- Wow, tranquilo cachorro, ¿Quién es Gabriel?

- Mi primo, lo vimos en el parque, el, ese Señor lo tenía, lo torturaba, el estaba, el estaba...

- Cachorro, ayer fue tu primer dia, fue solo un sueño.

- No, yo, yo, yo, lo recuerdo, usted me llevó al parque, había otros perros y esclavos, y el estaba torturándolo, por favor, haré lo que usted me pida, sólo déjenlo libre.

- Tu primo está bien, toda tu familia lo está, no puedo negar que tu primo es muy guapo y sería un buen esclavo, pero no será así, te lo prometo, ven acá.

El Amo trató de consolarlo, abrazándolo y rascando su espalda, Rafael no dejaba de temblar y sollozar por Gabriel, asegurando que todo era tan real, rogándole a su Amo que hiciera lo que quisiera con el pero que dejara a Gabriel en paz.

- Ven a la sala, tengo algo que mostrarte. – Amo y cachorro se soltaron, Rafa aun lloraba pero se puso en cuatro y siguió a su Dueño hasta el cuarto - No quería hacerlo pero si con eso te quedas más tranquilo entonces así será.

- ¿A-amo?

- Ven aquí, sube al asiento.

A Rafa aún le costaba subir y bajar de esas cosas pero finalmente lo logró se sentó junto a su Amo y lo observó detenidamente mientras el tomaba una Tablet que estaba sobre la mesa, se puso a buscar entre varios archivos y finalmente al abrir uno, se lo pasó a Rafael.

Ahora eres MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora