Capítulo 42 - Cortejo [Parte 1]

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Hey mis Kinksters, sí lo siento, decidí cortar este capítulo para hacerlo un poco más interesante, la verdad he estado un poco desconectado de todo esto por temas personales pero quizá mañana sábado pueda poner a trabajar en algunas imágenes para este cap.

Quiero proponerles un reto, estaba revisando un poco mis números y el primer capítulo ya tiene más de 1400 leídas y en la historia total (sí sé que son muchos capítulos, y los que faltan) estamos llegando a los 16k, muchas gracias por su apoyo, pero me gustaría poder elevar un poco el número de "favoritos" o "estrellas", pero principalmente, me gustaría que más personas le dieran al botón de "Seguir".

Entonces, si llego a los 60 seguidores, publico la segunda parte, sino, tendrán que esperar hasta el viernes 29 de Marzo. Igualmente quiero instarlos a que más personas me sigan para crecer y que se enteren de cuando publico. También avisarles que ya pronto subiré el primer cap de la historia de Kato.

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El resto de la fiesta pasó como un borrón, o al menos así lo recordaba el chico quien no se atrevió a mirar a nadie a los ojos temiendo que pudieran notar la lucha que estaba tomando lugar dentro de su cabeza, Eso había vuelto y comenzaba a atosigarlo repitiendo las palabras hirientes de Anya, pero sobre todo, atacando desde un nuevo ángulo, algo que había atormentado al chico en más de una ocasión y que prefería guardar en lo profundo de su mente.

>Estás enfermo<

- Oh, cállate – murmuré un poco más fuerte de lo que esperaba, siendo escuchado por la persona a mi lado.

- ¿Dijiste algo?

- Am, no, solo que ya estoy lleno.

Cuando había vuelto al salón, fui llamado por Axel para sentarme a su lado, no queriendo que el se diera cuenta de nada terminé aceptando, con la vaga esperanza que el Amo me reclamara de nuevo, sin embargo no pareció darle mayor importancia e invitó a la pelirroja a sentarse juntos, sobra decir que ella no dejó de atosigarlo, jugar con la comida y dedicarme miradas discretas de superioridad.

- Aguanta un poco más, se que estos ambientes pueden ser agobiantes, pero a veces...

No tenía ganas de escuchar nada, tan sólo quería retirarme a mi cuarto y cubrirme de cobijas hasta olvidarme de este mundo, de la nueva vida que había aceptado, y que ahora comenzaba a comerme en preocupaciones...

Después del plato principal sirvieron el postre, un enorme pastel de Red Velvet fue partido por la cumpleañera, quien provocativamente le entregó la primera rebanada al Amo, y cuando éste trató de levantarse fue arrastrado nuevamente a la silla, siendo manchado en la comisura de los labios de pastel por la pelirroja, para después limpiarlo con un beso. Todos festejaban y me sentí incluso peor que la mierda por llegar a pensar, aunque fuera solo por un momento, que el Amo la habría apartado y me daría mi lugar, pero finalmente ¿cuál era mi lugar?

Terminamos regresando poco antes de media noche a casa, todos exhaustos pues habían pasado no menos de 8 horas desde que salimos, el Amo había bailado mucho con la señorita, de hecho, todos se habían levantado excepto Santi y yo, incluso Kato nos había abandonado un tiempo hasta que eventualmente regresó y se sentó a mi lado, no dijo nada, pero sé que se dio cuenta de mi estado de ánimo, estuvo allí pero en silencio.

Obviamente nadie tenía hambre así que al menos no me preocupé por ese tema, le indiqué a Echo que me siguiera y lo conduje directo a su celda, no quería regresar y toparme cara a cara con el Amo, así que me quede un rato con el chico, al parecer Riley si le entregó el plato de comida y pasó un rato con el hablando de todo y nada; la Señora Minerva había dado el permiso para que el otro chico estuviera con él. Después de un rato me preguntó si no estaba cansado, que debería irme a dormir y que agradecía mucho el que lo rescatara de las garras de los doctores, el que hubiera vuelto a ver al que fue su pareja, aunque fuera una última vez, le había dado mucha paz, especialmente por el trato que recibía.

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