Capítulo 22 - Mierda, me voy a arrepentir

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Estoy empezando a tener problemas con el nombre de los capítulos, así que si tienen una mejor opción para este, coméntenlo pls.

Originalmente esta parte de la historia no estaba pensada y la estoy escribiendo sobre la marcha, no deseo profundizar en temas complejos así que muchas escenas serán obviadas, o tratadas por encima.

Ah por cierto, cambié el nombre de Daniel por Ulises, siento que pega más

¡ A D V E R T E N C I A !

Los siguientes capítulos relatan temas de secuestro, abuso, condicionamiento y torturas tanto físicas como psicológicas

Se recomienda discreción

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Cuando Rafael despertó, estaba nadando en un mar de sudor, las sábanas, el cobertor, la almohada incluso el colchón, todo estaba tan húmedo; comienza a secarse con la toalla que usa para el baño y entonces nota que sus ojos le arden, mas que eso, parece que esta ¿llorando? ¿Por qué estaría llorando? Intenta hacer memoria y entonces recuerda su sueño, o más bien, su pesadilla.

Era el ultimo dia de los chicos del aserradero, Rafael les había enseñado todo lo que pudo, desde como comportarse hasta como brindar los mejores pequeños placeres, esperaba que con eso tuvieran suficiente para que el Amo que los comprara no los castigara demasiado, viendo que tenían buen potencial como esclavo de compañía. La mayoría ya habían sido comprados, Rafael había pedido estar presente, quería saber que sus chicos estuvieran bien, y hasta el momento todo parecía ir de perlas, hasta que apareció un hombre, delgado, esbelto y alto, con un porte aristocrático, cargaba una fusta en mano y con ella revisó cada centímetro del cuerpo de los esclavos, estaba pensando en llevarse un par de ellos cuando notó a los mas jóvenes y Rafael pudo ver el cambio en su expresión lujuriosa a una más sádica y cruel.

Se acercó a sus chicos, revisó cada centímetro de piel minuciosamente, pellizco tetillas, observó anos, incluso jugó con sus pequeñas jaulas de castidad, pregunto al encargado por los chicos, éste dijo que eran las piezas especiales, no eran baratas pero aseguraba que sabían complacer a un hombre a la perfección. El Amo dijo que el precio no importaba, ellos eran lo que había estado buscando, solo que necesitaba un arreglo especial, se acercó al vendedor y le susurró algo en el oído, el hombre primero palideció y después transformó su rostro en uno lleno de lujuria y sadismo, mando traer al médico e hizo que sentaran a los chicos en unas sillas especiales de metal a las que fueron fuertemente aseguradas.

Axel estaba de guardia y cuando llego al escenario, el vendedor le comentó, o le gritó más bien, que el comprador deseaba que les fueran removidos los testículos en el acto. Rafael no podía creer lo que estaba escuchando, y al parecer Axel tampoco, solicitó una confirmación por parte del comprador y este lo corroboró, el Doctor trató de explicarle que era un procedimiento delicado, pero el hombre no se echaría para atrás, que cubriría los gastos y que si un chico llegaba a morir no replicaría al vendedor, Axel estaba obligado por su contrato por lo que tomó algo que parecía un hacha y se encaminó hacia su chico, el que se parecía a Gabriel, quien estaba llorando y gritando, pidiendo piedad, pero nadie parecía hacer algo, Rafa trató de ir en su ayuda pero su Amo lo detuvo, su rostro era inexpresivo, no podía soltarse de su agarre, vio a Axel levantar el arma, vio la cara de su chico echo un mar de lágrimas, vio cuando el arma bajaba, y entonces despertó.

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