Cuando se conocieron, Harry y Draco empezaron con el pie izquierdo, pero aun quedaba mucho tiempo de sobra, Draco conseguiría su amistad, costara lo que costara, tardara lo que tardara, él no se iba a rendir. . . Aunque con el tiempo él quisiera muc...
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—¿Te gustaron tus regalos? Mi mamá me ayudo a escogerlos— le dijo Pansy sonriente, quién habia vuelto el día anterior al inicio de clases.
—Ehhh sí,—respondió Draco quien estaba distraído, la imagen del espejo aún se mantenía presente en su mente y lo distraía mucho. Volvió a poner los pies en la tierra y se dirigió a ver a Pansy,— Por cierto, muchas gracias por conseguirme la popo de hipogrifo —le sonrió, era la primera vez que le sonreía sinceramente.
Ella pudo sentir la sinceridad en su agradecimiento y su sonrisa se ensanchó mucho más, impulsivamente lo abrazo. Draco no se quito como de costumbre, el abrazo le llegó de sorpresa pero lo correspondió, no podía engañarse, la habia extrañado, era como la hermana que nunca habia tenido. Se sentía fuera de lugar pero no quería que se terminará, se sentía bien recibir afecto de alguien que no fuera su madre.
Luego de unos segundos Pansy se dirijo a Crabbe y Goyle— ¿Se van a quedar mirando? ¡Vengan ustedes también!
Ambos se pusieron de pie torpemente y se unieron al abrazo.
Se sintió tan querido que algunas lágrimas comenzaron a caerle, había sido grosero con ellos un montón de veces y aún así estaban ahí con él en un abrazo grupal, al pensar en eso termino rompiendo en llanto. Al escucharlo sollozar rápidamente lo soltaron para que ocurría.
—¿Qué pasa?—preguntó Pansy preocupada.
—Lo siento, —ni siquiera él sabía por que lloraba, había tantas razones y soltó lo primero que se le ocurrió— es que extraño a mi mamá —al decirlo se dio cuenta de que de verdad extrañaba a su mamá y lloro mucho más. Por suerte no había nadie más en la sala común.
Luego de unos minutos logro calmarse y se puso de pie avergonzado.
—¡No vayan a contarle a nadie sobre esto! —les dijo mientras se secaba los ojos que aún estaban húmedos.
Todos asintieron lentamente y luego Draco salió de ahí, necesitaba estar solo y se dirigió a la biblioteca, casi siempre estaba sólo ese lugar. Estando ahí tomo un libro al azar y se sentó en una mesa. Hojeo el libro con curiosidad, estaba lleno de hechizos, todos parecían aburridos hasta que encontró uno capas de unir las piernas de una persona, quería probarlo pero no con él mismo. Busco con la mirada alguna víctima y se encontró con un Gryffindor leyendo un libro sobre plantas.
—¡Oye tú! —no hubo respuesta— ¡Longbbotom!
Ahora sí lo voltearon a ver— ¿Me hablas a mi? —pregunto con miedo.
—¿A caso hay alguien más con ese nombre aquí? —pregunto sarcásticamente.
—De hecho, ese es mi apellido, no mi nombre...
—Nieve, nivel, neblina, como sea que te llames, solo ven.
—Es Neville... —le corrigió aún asustado mientras se acercaba a él— ¿Qué es lo que quieres?
